ESQUIVAR LA VERDAD (maltratarla o aniquilarla):
Los que tienen las grandes responsabilidades -y los grandes deberes éticos- esquivan la verdad y, luego -con lo significa eso de total crueldad-, exigen respeto, obediencia o lo que les conviene.
Se esquiva la verdad mediante:
- utilizando de fondo un "todo vale" -por una finalidad interesada- con mucha hipocresía y buenismo demagógico,
- haciendo conducir todo -cualquier verdad- hacia lo que él cree verdad religiosa, económica o ideológica -con lo que aniquila de raíz la racionalidad y todas las verdades-,
- utilizando todos los recursos de censura -el no dejar espacio a la racionalidad- para que prevalezca su montaje de poder,
- alimentar las confusiones para que lo poco que él añada de seudoclaridad tenga un valor -es un modo de imposición-.
La mentira siempre conduce a la traición, a traicionar a los valores éticos, a traicionar a tu propia naturaleza (tu propia palabra u honor), a traicionar a los demás, etc.
1 comentario:
A un poderoso jamás lo puedes esquivar, a una institución poderosa tampoco, a todos los que imponen tampoco, a lo mediático que se te mete hasta en la sopa tampoco, a cualquier mentira tampoco, a los que tienen dinero tampoco, a cómo se hacen todas las pillerías de corrupción tampoco; pero a la verdad sí, es facilísima de esquivar, y es facilísima de pisotear con tu misma mierda.
17 de diciembre de 2013
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