- Autoengaño, trampean a sus propias conciencias por no sentir culpas ni remordimientos y, así, consiguen una vía libre muy rentable, un todo vale, para justificar todos sus juegos sucios y, en tal ventaja, triunfar.
- Engañar o confundir o manipular a quienes, como testigos, puedan ya reprobarles o condenarles éticamente algo. Claro, es solo -en conveniencia- la eliminación de cualquier testigo o testimonio de la conciencia, incluida la de las personas con las cuales conviven o son de sus convivencias (por eso, con todos los recursos interesados, sobre todo de mediación y de sobreprotección, los confunden, los debilitan pisándoles solapadamente derechos humanos o los manipulan).