La razón lucha por su dignidad -que siempre la tiene-, en cambio, la mentira empieza montándose su seudodignidad para un triunfo cómodo y fácil en una total carencia de dignidad pero, a partir de ahí, se lo descubren todo: su escalofriante vacío ético.
domingo, 23 de agosto de 2015
Si te dejas pisotear, ¡te lo mereces!
(claro, porque miserablemente no has luchado por tu dignidad ni por tu autoestima ética).
La verdad va a todas partes y con la cabeza bien alta; pero la mentira no, porque le cogen pronto sus trampas con solo aplicar un poco de razón y de decencia irrebatible.La razón lucha por su dignidad -que siempre la tiene-, en cambio, la mentira empieza montándose su seudodignidad para un triunfo cómodo y fácil en una total carencia de dignidad pero, a partir de ahí, se lo descubren todo: su escalofriante vacío ético.
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