Si tú te casas y convives con tu pareja porque te promete no pegarte o no recortarte tus derechos y no engañarte pero, luego, eso precisamente te lo hace por mucho tiempo, sin que tú le retires la confianza y además sin condenarlo éticamente, pues entonces tú eres igual, una cómplice y desalmada.
lunes, 10 de agosto de 2015
La maldad no es estúpida, tonta ni fea para no confundir, no, sino es siempre el esquivar voluntariamente la razón o el bien, sí, es responsabilidad burlada en tus actos (siendo tú dueño de tus actos) y es todo lo calificado al que hace el mal.
Si tú te casas y convives con tu pareja porque te promete no pegarte o no recortarte tus derechos y no engañarte pero, luego, eso precisamente te lo hace por mucho tiempo, sin que tú le retires la confianza y además sin condenarlo éticamente, pues entonces tú eres igual, una cómplice y desalmada.
Si tú te casas y convives con tu pareja porque te promete no pegarte o no recortarte tus derechos y no engañarte pero, luego, eso precisamente te lo hace por mucho tiempo, sin que tú le retires la confianza y además sin condenarlo éticamente, pues entonces tú eres igual, una cómplice y desalmada.
(Siendo eso así, el gobierno ha hecho igual con el pueblo)
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