--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

sábado, 24 de marzo de 2018

Cosas esenciales que haz de cumplir tú para no ser un antiético o un destructor del respeto, del bien (POR PRIORIDAD a cumplir): - Razón-ética - Vida (la tuya, etc) - Convivencia - Autocrítica - Aprender de errores (prepararte por mejorar) - Rebelarte a la sinrazón (no complicidad) - Normas (leyes)
La razón-ética está antes que la vida porque lógicamente tú no puedes usar la vida al todo vale, sino al todo vale únicamente de la ética. Por lo tanto, la ética se antepone para cualquier sentido o seguimiento o valor: la ética ya per se garantiza el bien o es la única prioridad que lo garantiza.
Por otra parte, en honor a la verdad, las normas-leyes no tienen la prioridad del séptimo lugar, no, claro, ni en pintura; perdonad el que no lo haya señalado más veces, sino el nonagésimo. Porque limpia y racionalmente la prioridad "aprender de errores" tiene un amplio desglose que conlleva ya decenas de prioridades. Sí, es verdad, las normas son importantes, pero en su equilibrado o en su no falso sitio. Así es, de hecho los tabúes, los prejuicios  (que siempre irrefutablemente están asesinando al mundo) son costumbres, reglamentos convivenciales, hábitos-actos normalizados o consentidos o legalizados: normas en suma y arbitrarias, manipuladas por poderes y tendencias sociales.  Por eso hay que tener muchísimo cuidado con ellas, o en verdad cumplirlas absolutamente solo en un posterior lugar ya cuando se esté preparado en razón, autocrítica, madurez, no complicidad,etc

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

La sinrazón es lo único que impone
y de la cual siempre debes cuidarte y no ampararla.

Sí, ella le impone a la luz-bien-razón su sinrazón, su no demostración o su "porque sí" o su "porque yo lo digo".

Sinrazones desapercibidas hay millones (prejuicios.frases hechas,costumbres,bla-blas, influencias por aquí o por allá en cualquier interés creado, normas o subjetividades, cagadas tuyas y sin saberlo, etc

Por eso siempre has de ayudar al que demuestra (a razón) razón y jamás ni un segundo desayudarlo, ¡eso siempre decentemente ante todo!, ¡eso siempre inexcusable!, ¡eso siempre ineludible guste o no, choque o no, o lo que pase!

¡Claro!, tú no vas a desamparar a Dios o a la luz o a algún bien...

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(ni loco debería ser así).