Pero el uso del engaño siempre necesita dos medios: el buenismo y un habitual creer ciego o fundamentalista (chovinista, aborregado, clientelista, etc.) que lo proteja como incuestionable para que el engaño sea infalible. Es lógico: uno que aparece o se prepara como malo jamás engañará a nadie (porque la gente lo ve venir y pierde así credibilidad, el engaño por él moriría o desaparecería); pero, en cambio, el que muy paciente se arregla, se lo monta o se prepara como bueno ya absolutamente siempre garantiza su engañar (la gente pica o no lo cuestiona, algo irresponsable y antiético aunque lo hacen).
miércoles, 23 de agosto de 2017
La manipulación, la explotación, la desigualdad, la censura disimulada, etc. son innegable consecuencia del uso del ENGAÑO, sí, del meter, del imponer o del dejar instalado no realidad por realidad (a través de poder y de sobreprotección) por una rentabilidad de unos cuantos.
Pero el uso del engaño siempre necesita dos medios: el buenismo y un habitual creer ciego o fundamentalista (chovinista, aborregado, clientelista, etc.) que lo proteja como incuestionable para que el engaño sea infalible. Es lógico: uno que aparece o se prepara como malo jamás engañará a nadie (porque la gente lo ve venir y pierde así credibilidad, el engaño por él moriría o desaparecería); pero, en cambio, el que muy paciente se arregla, se lo monta o se prepara como bueno ya absolutamente siempre garantiza su engañar (la gente pica o no lo cuestiona, algo irresponsable y antiético aunque lo hacen).
Pero el uso del engaño siempre necesita dos medios: el buenismo y un habitual creer ciego o fundamentalista (chovinista, aborregado, clientelista, etc.) que lo proteja como incuestionable para que el engaño sea infalible. Es lógico: uno que aparece o se prepara como malo jamás engañará a nadie (porque la gente lo ve venir y pierde así credibilidad, el engaño por él moriría o desaparecería); pero, en cambio, el que muy paciente se arregla, se lo monta o se prepara como bueno ya absolutamente siempre garantiza su engañar (la gente pica o no lo cuestiona, algo irresponsable y antiético aunque lo hacen).
2 comentarios:
¿Quién no se guía o no se mueve por negocios, por intereses, por conveniencias o por dinero? Pues, así el bien está ENGAÑADO o condicionado al engaño por la mayoría o por eso que manda. En ese medio -inevitable así- hay unas pocas personas -demostrando razón y bien- íntegras que no; pero lo peor es que a ellas absolutamente nadie ayuda (o sea, no reciben alguna ayuda de las miles que reciben ellos o ventajas o no impedimentos o cosas a favor), y se les pisotea cada instante o todos los días. Aun por ti.
El que no construye o el que en el fondo destruye siempre está SOBREPROTEGIDO por ti -a total contraética-.
Al pisotear y desamparar al que demuestra, todos los genocidas, todas las mentiras y todas las injusticias están directa o INDIRECTAMENTE siendo protegidas por ti.
Algunos hijos de Satanás dicen a porque sí "que no se generalice",son granujas, estúpidos y mentirosos por siempre.
Pues generalizar es la bases de la razón, ya que todas su reglan han de ser generales, no arbitrarias o para un día-lugar.
Además, las sinrazones son utilizadas por todos,
los egos son utilizados por todos,
los idiomas son utilizados por todos,
los pueblos son utilizados por todos,
etc.
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Hay algunos intrépidos estúpidos de daño sin fin que siguen en lo mismo.
Sí, pues hay cientos de cosas muy importantes y aparentemente imprescindibles.
Claro, HAY MUCHAS DEFENSAS: hay que defender a la familia, hay que defender a las instituciones, hay que defender a la vida, hay que defender a la naturaleza, hay que defender a la verdad, hay que defender a la patria, hay que defender a la arquitectura, hay que defender a la política, hay que defender a la policía, y un largo etcétera o cientos.
Pero, ¿cuáles de ellas son las prioritarias?
Pues eso es la sensatez o eso es la inteligencia ética.
Bien, para saber cuáles son las prioritarias se debe pensar quiénes no las utilizaría un desalmado o un dictador; y ésas que no, pues serían las prioritarias, puesto que serían las contraproducentes a su mal mismo.
Veamos, el dictador siempre diría que las prioritarias son: la patria, las instituciones, la obediencia a la imagen de él y el país.
Pero un fondo desalmado nunca diría que son los derechos humanos, la vida y la naturaleza, la protección de la verdad -para actuar conforme a la realidad- o los valores éticos.
Pues, ya está, estas son precisamente las defensas prioritarias, las que nunca haría el fondo desalmado o cruel o injusto -¡solo las haría irrebatiblemente el bien!-.
31 de enero de 2013
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