miércoles, 23 de agosto de 2017

La manipulación, la explotación, la desigualdad, la censura disimulada, etc. son innegable consecuencia del uso del ENGAÑO, sí, del meter, del imponer o del dejar instalado no realidad  por  realidad   (a través de poder y de sobreprotección)  por una rentabilidad de unos cuantos.

Pero el uso del engaño siempre necesita dos medios: el buenismo y un habitual creer ciego o fundamentalista (chovinista, aborregado, clientelista, etc.) que lo proteja como incuestionable para que el engaño sea infalible. Es lógico: uno que aparece o se prepara como malo jamás engañará a nadie (porque la gente lo ve venir y pierde así credibilidad, el engaño por él moriría o desaparecería); pero, en cambio, el que muy paciente se arregla, se lo monta o se prepara como bueno  ya absolutamente siempre garantiza su engañar  (la gente pica o no lo cuestiona, algo irresponsable y antiético aunque lo hacen).

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

¿Quién no se guía o no se mueve por negocios, por intereses, por conveniencias o por dinero? Pues, así el bien está ENGAÑADO o condicionado al engaño por la mayoría o por eso que manda. En ese medio -inevitable así- hay unas pocas personas -demostrando razón y bien- íntegras que no; pero lo peor es que a ellas absolutamente nadie ayuda (o sea, no reciben alguna ayuda de las miles que reciben ellos o ventajas o no impedimentos o cosas a favor), y se les pisotea cada instante o todos los días. Aun por ti.

El que no construye o el que en el fondo destruye siempre está SOBREPROTEGIDO por ti -a total contraética-.
Al pisotear y desamparar al que demuestra, todos los genocidas, todas las mentiras y todas las injusticias están directa o INDIRECTAMENTE siendo protegidas por ti.

José Repiso Moyano dijo...

Algunos hijos de Satanás dicen a porque sí "que no se generalice",son granujas, estúpidos y mentirosos por siempre.
Pues generalizar es la bases de la razón, ya que todas su reglan han de ser generales, no arbitrarias o para un día-lugar.

Además, las sinrazones son utilizadas por todos,
los egos son utilizados por todos,
los idiomas son utilizados por todos,
los pueblos son utilizados por todos,
etc.


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Hay algunos intrépidos estúpidos de daño sin fin que siguen en lo mismo.

Sí, pues hay cientos de cosas muy importantes y aparentemente imprescindibles.

Claro, HAY MUCHAS DEFENSAS: hay que defender a la familia, hay que defender a las instituciones, hay que defender a la vida, hay que defender a la naturaleza, hay que defender a la verdad, hay que defender a la patria, hay que defender a la arquitectura, hay que defender a la política, hay que defender a la policía, y un largo etcétera o cientos.

Pero, ¿cuáles de ellas son las prioritarias?

Pues eso es la sensatez o eso es la inteligencia ética.

Bien, para saber cuáles son las prioritarias se debe pensar quiénes no las utilizaría un desalmado o un dictador; y ésas que no, pues serían las prioritarias, puesto que serían las contraproducentes a su mal mismo.

Veamos, el dictador siempre diría que las prioritarias son: la patria, las instituciones, la obediencia a la imagen de él y el país.

Pero un fondo desalmado nunca diría que son los derechos humanos, la vida y la naturaleza, la protección de la verdad -para actuar conforme a la realidad- o los valores éticos.

Pues, ya está, estas son precisamente las defensas prioritarias, las que nunca haría el fondo desalmado o cruel o injusto -¡solo las haría irrebatiblemente el bien!-.

31 de enero de 2013

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