--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

martes, 7 de octubre de 2014

El mal social, o sea, el mal ejercido a bastantes personas, al pueblo, a la sociedad (o el mal ejercido por el poder o por los mismos poderosos), únicamente se puede aplicar de una forma objetiva a través del bien. Porque, sobre una lógica, el mal del poder no tiene sustento o permanencia si antes no se ha ganado una confianza a través siempre de un bien que abandera y alinea o seduce a los demás.
Sí, sin antes exhibir o prometer un bien -que es anzuelo para unos objetivos- es imposible que el poder se gane alguna confianza para, luego, ya ejercer viable y cómodamente un mal cualquiera.

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Así es, siempre UTILIZAN A UN BIEN (invierten en él con X dinero y publicidad, creando un ambiente seductor, buenote o de buenas intenciones, infalible para obtener confianza) para, de seguido, aplicar ya el mal cómodamente.


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Por eso, absolutamente todo poder exhibe el estar en una ONG de salvar vidas, o exhibe adoraciones religiosas que alucinan a todos o patriotismos subliminales... que encantan para luego compaginarlo con el mal que fácilmente lo podrán ya aplicar.

Anónimo dijo...

Pinochet y Franco se exhibían llorando a lágrima viva ante Dios o lo dio todo por los encantos religiosos....
para luego no tener piedad de los que torturaban o fusilaban.

José Repiso Moyano dijo...


El que siempre se va arrodillando o solo atiende a los intereses establecidos o dominantes ya está corrupto en condescendencia a sus vicios; y es, además, incapaz de ver los cambios o de adaptarse a ellos.
--- El que es adicto a algún medio de comunicación siempre está ya ciego y es un corrupto de lo que es ético. Es incapaz de rodear la cabeza para no ver lo mismísimo, lo fijado por unos intereses mediáticos.
--- Muchos se creen que la corrupción es algo que solo tiene que ver con el dinero; y olvidan que el censurarles a sus almas la ética es la peor de las corrupciones.
--- La mayoría no están podridos (o sea, son corruptos) por dinero, sino por impedirles a sus ojos luz y a sus corazones honestidad y amor a la razón-ética.

24 de febrero de 2014