- Quien utiliza el "me da igual" ante lo que causa restricciones de derechos a otros. Cierto, le da igual dar la cara por la aplicación de los valores éticos -frivoliza-.
- Quien no se preocupa o no se interesa por comprobar si lo que acepta, aprueba, consiente o concibe -para actuar en adelante- es verdad. Así es, no le interesa o no respeta a la verdad -por eso se deja llevar por alineaciones o por corporativismos y protege a sus dictados o conveniencias-.
- Quien no arriesga nada por cambiar algo injusto o una sinrazón -ésta le hace un pulso y le gana, porque él "ya está vendido", ha vendido a los mismos valores éticos-.
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