Pero los derechos no se dan ni se piden, solo se permiten por la renuncia a la intolerancia y al abarcar los recursos y las sobreprotecciones (ellos... jamás monstruosamente renuncian a eso).
viernes, 20 de marzo de 2015
Bastantes españoles -haciendo el uso de cualquier poder- permiten la digna vida en función de sus intereses, permiten los derechos en función de sus intereses y permiten la libertad -o la extensión permitida de la verdad- objetivamente en función sus de sus intereses.
Pero los derechos no se dan ni se piden, solo se permiten por la renuncia a la intolerancia y al abarcar los recursos y las sobreprotecciones (ellos... jamás monstruosamente renuncian a eso).
Pero los derechos no se dan ni se piden, solo se permiten por la renuncia a la intolerancia y al abarcar los recursos y las sobreprotecciones (ellos... jamás monstruosamente renuncian a eso).
2 comentarios:
Juro -y siempre lo haré- que absolutamente TODOS MIS DERECHOS HUMANOS me lo han pisoteado monstruosamente cada millonésima parte de cada segundo de mi vida en España. Los nazis eran absolutamente santos (buenas personas) con respecto al exterminio absoluto de estos HdP que jamás han tenido corazón ni ¡nada! o ultragenocidas intelectuales españoles.
La razón es no dar más sinrazón para que la razón, así, no se permita.
La luz es no dar más oscuridad (confusión, sinrazón...) para que la luz, así, no se permita.
O sea, el bien o la verdad es que tú la permitas y no la descuides o la esquives o la malprotejas; pero ahora mismo, tú, español, estás haciendo exactamente esto último.
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