Bastantes quieren erradicar las sinrazones sin tener en cuenta a la razón -¡vaya paradoja!-; o a los que la demuestran o siempre se desviven por ella (así es, son objetivamente malnacidos destructores, pero utilizan poder para ponerse de santos, ¡ésa es la máxima crueldad!).
miércoles, 25 de diciembre de 2013
La crueldad todos la elaboran (basta de inocentismos), unos con perversos consentimientos, otros ciegamente valorando las mentiras y otros lamiéndo más los pies al poder -o a su alineación- sin condiciones. Siempre reconocen a conveniencias, a juego sucio.
Y al que juega limpio, solo construyendo, le pisotean hasta el alma.
Bastantes quieren erradicar las sinrazones sin tener en cuenta a la razón -¡vaya paradoja!-; o a los que la demuestran o siempre se desviven por ella (así es, son objetivamente malnacidos destructores, pero utilizan poder para ponerse de santos, ¡ésa es la máxima crueldad!).
Bastantes quieren erradicar las sinrazones sin tener en cuenta a la razón -¡vaya paradoja!-; o a los que la demuestran o siempre se desviven por ella (así es, son objetivamente malnacidos destructores, pero utilizan poder para ponerse de santos, ¡ésa es la máxima crueldad!).
1 comentario:
Durante miles de años dicen las mismas tonterías y estupideces: "Con el amor salvamos al mundo", etc.
Pero no se enteran, no, ¡cada uno -hasta el último- se cree que tiene amor y que el suyo es el más perfecto!, y ¡todos se creen con un convencimiento total que aplican amor!
Son subjetividades, con las cuales siempre se manipula y no se arregla nada.
Pero, al que construye de verdad, lo pisotean una vez, y otra vez y toda su vida.
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