-"ellos se lo guisan y ellos se lo comen", masacrando al que pueda rebatirles -algo solo de nazis-,
- la técnica de la "autoayuda" -con la cual se ponen todos como maestros de la vida, siendo mendrugos totales-
- el "lameculismo" y la "doble moral" -lo mismo son de una cosa y de lo contrario -a contrahonor-, elogian como negocio o para agrandar sus protagonismos intolerantes y "vacíos".
IMPEDIR LA RAZÓN-BIEN-LUZ ES ASESINARLA. Sí, son dictadores,malvados e inhumanos a total verdad que proceden destructivamente igual que los asesinos porque, EN PURA REALIDAD, son unos asesinos, ¡lo juro y lo juraré y lo demostraré cada instante de mi vida! Así es a limpia alma
2 comentarios:
Si los intelectuales (escritores, genocidas, mediáticos, chupadores de poder,etc) españoles mienten-confunden-destruyen-matan, ¿paraqué sirven si no dejan vivir a bien alguno?
Merecen lo que HITLER les hubiera hecho segundo a segundo a mal, es decir, tomar de su propia medicina o mal o nazismo que ellos aplican sin alma.
La verdad es verdad y no puede falsearse con tantos trucos que utilizan los mismos "intelectuales" para esconder o disimular (por protagonismo, por dinero, por ganar premios literarios a total insensibilidad o sangre fría, etc) las concausas de una sinrazón; o sea, no se puede pretender el utilizar verdad para mentir o para dirigirte hacia la mentira porque, eso que conduce a la mentira o ampara alguna mentira, jamás puede ser verdad ni corazón (por mucho culo de algún poder que hayan lamido).
Pues algo así quieren muchos españoles: utilizar a la verdad y mearse en la verdad para no sé qué retorcimientos de objetivo error o terquedad que tienen en las cabezas.
Lo que pasa es que los españoles quieren A LA FUERZA que algo sea lo que ellos quieren por terquedad o a porque sí que da una inevitable crueldad -algo comprobado desde que nací- y, porque eso sea así, pisotean, desangran, burlan, encadenan, escupen y fusilan a la verdad diciendo luego, con la mayor antiética, que la respetan y... que la dicen.
Pero la verdad no va en función de las mayorías, de la capacidad de imponer, de los trucos, de los circos, de los países más fuertes o más explotadores, de los falsantes escritores -aprovechados del imponer-, de las costumbres o de los cabezones mediáticos, ¡no!, sino de no ser al fin tan HdP y nazis como ellos.
Y la verdad no tiene por qué arrodillarse a sus puras mierdas por muy poderosas que las impongan, ¡basta ya!
29 de noviembre de 2015
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