Huir de la justicia es siempre desprotegerla, y matarla. Huir de la luz (paz-bien) es siempre desprotegerla y matarla. Huir de quien irrebatiblemente demuestra razón es siempre desproteger la razón (bien-ética) y matarla. ¡Las cosas como son!
Algo (RAZÓN) funciona únicamente si sus elementos funcionales (DEMOSTRADORES DE RAZÓN, o sea, los que demuestran-aclaran razón o los que dejan algo irrebatible solo a reglas racionales) están protegidos, sin que por nada se les dé las espaldas.
2 comentarios:
Algo (BIEN) funciona únicamente si sus elementos funcionales (los DEMOSTRADORES DE BIEN) están protegidos, sin que por nada se les dé las espaldas
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Algo (SOCIEDAD) funciona únicamente si sus elementos funcionales (ÉTICA CONVIVENCIAL)están protegidos, sin que por nada se les dé las espaldas
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Algo (POLÍTICA) funciona únicamente si sus elementos funcionales (CUMPLIMIENTO DE PALABRA) están protegidos sin que por nada se les dé las espaldas
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Algo (ARTE) funciona únicamente si sus elementos funcionales (AUTENTICIDAD DEL SENTIR) están protegidos sin que por nada se les dé las espaldas
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Algo (ENERGÍA) funciona únicamente si sus elementos funcionales (LEYES FÍSICAS) están protegidos, sin que por nada EN EL COSMOS se les dé las espaldas
Los que demuestran que no tienen alma son quienes utilizan la cultura para imponer o coaccionar, y los que utilizan el poder (corporativista, político, religioso, económico o mediático) para tener razón.
Son tan cobardes ante la ética que quieren tener siempre tal ventaja, que destruye derechos evidentemente. La ética les entra por un oído y les sale por el culo, ¡incalificables!
Todos deciden; pero los que poseen poderes fácticos y los gobernantes deciden los recursos públicos y las limitaciones de las libertades sociales. Por eso, son los que proporcionalmente pueden hacer en realidad más daño.
Y, para decidir, claro, hacen falta razones o verdades fundadas en la realidad, no las incontables mentiras demostradas que utilizan. También, no se puede ir con el cuento de que, como seres humanos, ellos cometen errores, y hay así que resaltarles lo bueno que hacen. Sí, todos los gobernantes tuvieron aciertos, ¡todos!, pero hay que señalarles sobremanera los desaciertos -CAUSANTES DE DAÑOS-, precisamente para que no vuelvan a ocurrir, para evitarlos.
El ser humano tiene ya el bien social como un deber constante; pero el grave error nunca ha de quedar inadvertido, para evitarse.
7 de enero de 2016
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