--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

sábado, 20 de junio de 2015

El mal no puede tener nunca respetos, consentimientos a piropos o contemplaciones en pasividad crítica o de reprobación (de hecho, el bien es un continuo reprobar abusos y corrupciones, o sea, un decir "no" reprobador al mal).
  Así, la sinrazón no puede tener respetos ni vías libres, sobreprotegidas o facilitadas, sino una contundente voluntad de rechazo y de denuncia (desluciéndose y descalificándose siempre).
Y considera que la mentira -a millones de actos- es sobreprotegida por la sociedad, no por la Luna.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Ellos siempre tienen alguna o bastante dignidad de una manera o de otra -robándola o utilizando todos los trucos antiéticos posibles-; sin embargo, no se acuerdan del que nunca se le ha permitido, de los millones de esfuerzos y de sobrealientos -me gustaría que ellos afrontaran solo uno de esos a ver qué pasaba- que he tenido que sobrellevar.

¡Qué fácil es lo fácil!, para cualquier cosa que ellos cogen tan fácil, a mi siempre me ha supuesto demasiada lucha a incontables obstáculos.

14 de junio de 2012, 13:13 Eliminar
Blogger José Repiso dijo...
Desde que nací he destinado el 90 por ciento de mis recursos -de mi pan, de mis deberes éticos con renuncias y de mis sobreesfuerzos- en ayudar objetivamente a los demás; y al final, para no me permitan nada de dignidad, ni la mínima, ni la de un genocida siquiera.

14 de junio de 2012, 13:20 Eliminar
Blogger José Repiso dijo...
Hay pruebas suficientes -con documenntos y escritos publicados- que ya a mis 14 años ya estaba luchando por las causas esenciales de la sociedad: lucha contra la desigualdad de género, lucha contra la desigualdad social y lucha por la aplicación de los derechos humanos.

Mientras que algunos que empezaron hace cuatro días ya los sobreprotegen con todos los piropos, recursos y facilidades.

¡Qué miseria interior tienen!, ¡qué asco de lo que hacen!

14 de junio de 2012, 13:27 Eliminar
Blogger José Repiso dijo...
sábado, 5 de septiembre de 2009
En España, lo injusto se considera justo, y lo justo sospechoso -perseguido por eso- o condenable o, de hecho, ya condenado de uno u otro modo.
Por ejemplo -uno de los cientos-, el programa de TVE "Españoles en el mundo" lo ven como "justo", impecable, y al que muchos tienen "derecho" -claro, sin descartar esos intereses de un chovinismo muy obsesivo-; pero, los que están en el mundo al margen de esos intereses, TAMBIÉN -cierto- son españoles, me refiero a los que están en cárceles, los que están en su mala situación económica, etc. ¿Es que acaso son gusanos para ellos?, ¿es que la discriminación "clasista" impera aún?
En fin, no ADVIERTEN nunca que otro sufre o que otro es un ser humano al menos. Mientras Cernuda agonizaba en el exilio, ellos bailaban y cantaban como si nada; mientras animales son maltratados, ellos bailan y cantan como si nada; mientras durante cuarenta años "sus conciudadanos, sus hermanos" eran fusilados y agonizaban, pues ellos..., ¿qué?, pues bailaban y cantaban a contravalores éticos.
Cuando las manías y el derroche su juntan, pues a hacer escalofriantes espectáculos masivos así.
Y es que el que tiene sangre fría nunca se da cuenta de que la tiene, sino ya lo hace habitual y espectacular: como era el "la letra con la sangre entra" a palo seco o aquél llenar a sus mujeres de "críos" por un mandato "divino" para que agonizaran -sobre todo ellas- en ponerlos "en la punta", y sin poder.

16 de junio de 2012

José Repiso Moyano dijo...

Nunca he deseado nacer en España, nunca he deseado vivir en España, nunca he decidido algo deseándolo en España, nunca he deseado decicir algo en España, nunca he deseado que un HdP español me lea ni me vea ni nada, nunca he sido feliz en España, nunca he deseado casarme ni nada en España, nunca he deseado un amigo/a en España, nunca he tenido un derecho en España, etc. Eso es lo que está en mi conciencia sin alguna falsedad y con absoluta verdad, lo juro. Y ante una máquina de la verdad, esa sería la ÚNICA verdad. Todos los recursos de mi vida, ¡todos!, los he utilizado en hacer el bien, con todos los sacrificios, y me he quedado sin nada. Y nunca he utilizado para hacerlo un recurso de España, sino mío: mis esfuerzos, mis sacrificios, mi tiempo, mi desprotección, mis denuncias sociales, mi sudor y renuncias éticas. De España he recibido únicamente el EXTERMINIO de todos mis derechos, de toda mi dignidad, de toda ilusión y todo aliento. en

14 de junio de 2012