Así es, y el bien ético está hecho -o es solo verdad- en función de LOS RESULTADOS DE BIEN. Es una falacia miserable, manipuladora e infinita el decir -o dar ya por hecho, contra la probación o contra la razón- que una mayoría ya es generosa; porque lo único que prueba el que lo sea -sobrando todas la palabritas- son LOS RESULTADOS DE GENEROSIDAD en el mundo. Y, si los resultados de generosidad en el mundo son máximos o de una mayoría ¡ya está todo arreglado!, significa eso que en realidad hay una maquinaria de generosidad suficientemente máxima -o que está al máximo trabajando- para que no haya ni siquiera una carencia de primera necesidad en el mundo.
Claro, eso no es así, en evidencia; por lo tanto, en dura realidad, la generosidad solo es un deber ético (una deuda ética) solo DESEADO por una mayoría -lo mismo que desea ser sincera o libre o pacífica desde la noche de los tiempos-. Entonces, el entropismo de la enseñanza y de la mediación ya difunde el deseo como hecho (la mentira como verdad), pero queda que sea hecho.
3 comentarios:
Otro deseo difundido ya como hecho es lo del control del hombre sobre la naturaleza,
o lo de que es la "especie elegida" (¿por quién?),
o lo de que tiene el monopolio de la inteligencia (situando a las otras especies en el estercolero de la inutilidad inteligente, en humillación exterminadora),
y un largo etcétera.
Es lo que pasa a algunos fanatismos de la cultura: ellos ya se sitúan en el monopolio del privilegio, del "hacer cultura", del "hacer literatura", del "hacer paz!, y EXTERMINAN a los que de verdad lo están demostrando ¡de un plumazo!
En honor a la verdad, había personas que conseguían la libertad y otros -no superando esclavitudes- no conseguían la libertad. Por lo tanto, unos solo eran libres.
Había personas que conseguían la honradez (por no venderse a los intereses corruptos del poder, de la religión, de la deshonradez reinante, etc.) y otras que no ofrecían resistencia a ninguna deshonradeez y no conseguían la honradez plenamente ética.
Las cosas HAY QUE HACERLAS, no solo desearlas y difundirlas a bombo y platillo.
Y así todo lo ético...
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