sábado, 23 de marzo de 2013
En la vida hay dos posturas: la defensa de la razón y de los que razonan demostrando (donde es imposible que quepa el "todo vale") y la defensa de otros muchos intereses que, utilizados partidaria y demagógicamente, justifican un "bien" forzado y fugaz -de apariencias- que provocará luego grandes males (es el caso del gran bienestar desproporcionado de antes de la crisis que, ahora, está causando muchas miserias).
Cualquier mente está llena de concepciones bien justificadas ética o racionalmente pero, también en parte, se llena -a través de muchas inculcaciones o manipulaciones- de concepciones retrógadas, perversas, de una u otra sinrazón; es decir, una mente se clarifica en emocionalidad equilibrada por reglas adecuadas-imparciales que no dañan o, por el contrario, se hace retorcida o se oscurece reaccionando conforme a"sus propias reglas"que marginan o destruyen.
3 comentarios:
Cientos de sinrazones que actualmente están sembrando y alimentando muchos intelectuales españoles, tendrán sus CONSECUENCIAS HORRIBLES DE INJUSTICIA.
Sí, cada sinrazón SIEMPRE crea o se dirige a crear forzosamente una injusticia.
Como a ellos les da igual eso, o como lo que pase mañana ya no les toca o ya se han aprovechado de todo recibiendo premios "satánicos", pues... ¡nada!, al destruir le buscan su escenario de bonitas falsedades.
La justicia no puede reclamarse DESDE LA SINRAZÓN o apoyando a los que la alimentan, elige. Y la alimentan los demagogos, los indiferentes, los frívolos de la espectacularidad, los mediáticos de sus conveniencias, los que censuran de muchas formas, los pasivos, etc.
No se tiene razón por... ser "de izquierdas", ser "cristiano", ser "hijo de...", ser "catedrático", ser "premiado", ser "famoso", etc., sino ÚNICAMENTE por demostrar -con el esfuerzo que dignamente conlleva- razón, por aclarar y por distinguir... la mentira.
----
Que "la sociedad puede ser mejor" únicamente lo dice -o lo demuestra- la razón; nunca una sinrazón, o una costumbre, o un capricho, o un peloteo, o un recompensar una y otra vez por ti estupideces como si nada...
Tenlo en cuenta.
Si la desproteges... vas destruyendo -sin darte cuenta- todo.
Enemigo o amigo se puede ser de todo que para eso únicamente es la libertad: el decidir por uno mismo el detestar, el no aceptar o el no participar en algo, si se aportan razones. Nada establecido debe ser aceptado por la fuerza. Y el decidir eso no es ni destructivo ni constructivo -va en función del error o del no error-. Así es, no construyen los monárquicos y los antimonárquicos destruyen, no construyen los nacionales y los federales destruyen, ¡no! -es que casi todos instalan el error en su conveniencia, ¡siempre ocurre así!-.
Lo que no se puede hacer es ir en contra de las reglas racionales-éticas, en un jugar sucio contra ellas -que no te importen, en corrupción interior-: eso sí es objetivamente destruir.
Publicar un comentario