sábado, 12 de mayo de 2012
La única base para que una persona tenga inteligencia, tenga razón o tenga ética es el apoyar -reconociendo, aceptando y protegiendo- a lo que demuestra o al que demuestra (y se sabe porque racionalmente no se puede rebatir, es decir, que ha utilizado las reglas racionales tan esforzada y estrictamente que no se puede rebatir).Así pues, todo lo que se separa de eso es juego sucio, juego sucio que se vale de apariencias (de mentiras, de "hacer la pelota", de servirse de influencias, de simpatías demagógicas y alineantes, de algún poder en definitiva para encubrir su suciedad ética).
1 comentario:
FALSEDAD PODRIDA DE ESOS.
Ante un hacer o ante un hecho, unos tienen unos esfuerzos, unos obstáculos y unos padecimientos MAYORES QUE OTROS en una diferencia abismal.
Ejemplo: Ante el hecho de atravesar el océano Atlántico, uno lo atraviesa en yate, con mucha comida de calidad, con muchos elogios mediáticos, con un equipo de médicos a su servicio, con los poderes fácticos y con la Iglesia piropeándolo, con mozas acariciándolo, con aire acondicionado, con un partido político a sus pies para lo que necesite, etc. y, POR OTRA PARTE, otro sin ningún recurso, tan sólo nadando -para distracción de los tiburones-, y con frío, y con hambre y, además, con las presiones y con las amenazas que sabe que recibirá porque sí, por ser negro o por ser... paria.
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Para reconocer, hay que poner empatía y alguna sensibilidad con lo que otro ser humano HA ARRIESGADO sin más deber que su propia convicción ética.
Mientras que otros no arriesgan nada y creen que todo -los millones de logros de la humanidad- les ha caído del cielo.
Las libertades (ser libre de eso, de lo otro, de incontables cosas) HAY QUE LUCHARLAS, o sea, cuestan muchos esfuerzos, a veces cuesta demasiado sufrimiento, y a veces cuestan muchas vidas.
16 de julio de 2010 14:06
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