--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

domingo, 9 de octubre de 2011

LA CRISIS DEBILITA A LA DEMOCRACIA (a la mayor igualdad en recursos y a la mayor capacidad de
participación de todos); PERO, LOS PODERES FÁCTICOS SE REFUERZAN (el mundo financiero, la plutocracia y los poderes con ideología lo más pragmática y dura).

Sin embargo, cuatro cosas se cumplirán, por debilidad de la situación de crisis:
- Inyección a los bancos porque dan una buena imagen de solvencia a un país.
- Desconfianza en los inmigrantes.
- Retroceso en los derechos laborales, porque se ofrecerá -con todas las miserables consecuencias- obra de mano barata.
- Recortes sociales.

4 comentarios:

Santiago Medina dijo...

La foto que es has colgado tiene razón. Yo cada día quiero llegar a fin de mes y cada vez la cuesta se empina más y más sin tener fin.
Porque se ha tenido que llegar a la situación de los recortes?
Porque se ha despilfarrado tanto en cosas de poca importancia?
Porque a los políticos después de dejar la cagada padre no se les juzga por su negligencia dejándonos el marrón a los de siempre?
Tenéis la respuesta?
UN saludo
Me encanta tu blog.

poesiadesantiagomedina.blogspot.com/

José Repiso Moyano dijo...

Santiago:
Hay algo que es la paciencia, que es una virtud de motivación para conseguir las metas o los sueños individuales o sociales; pero, cuando es sobre el error, ya se convierte en el HORROR. Se convierte en un empecinamiento de que no es error -¡siendo error o totalmente error!

Pues eso padece España, amigo Santiago, aquí se ponen los piñones fijos sobre el error y ¡venga! y ¡venga! sin dar la oportunidad a otra cosa.

Así es, te podría decir cientos de ejemplos, y a veces de cada día:

"No hay crisis, sino desaceleración" se insistía en esa paciencia o testarudez en el error, "No hay contaminación del Prestige, no" también se insistía, "No ha especulación urbanística", "No hay alcaldes corruptos", "No hay misión de guerra, sino de paz", "No hay error en el gasto de las Comunidades", "No hay riesgo en perder derechos de pensiones", etc. Y así a miles de testarudeces y de reinos de taifas, de leyes propias o regionales a gastos lujosos sin pies ni cabeza TODO LO QUE AHORA TENEMOS SE HA CREADO.
España no puede ser una taberna donde cada uno va con su borrachera y, luego, a razón de su borrachera, planear un bien conjunto, no, sino debe ser un admitir y reconocer las irresponsabilidades PARA QUE SEAN REPARADOS LOS ERRORES Y NO SE SIGAN CON ELLOS; y, así, en tal disciplina, ética o responsabilidad, funcionará un país.

Pero, ya verás.... como nunca nadie reconoce errores -sino se excusan y buscan pícaros truquillos-, ya verás como nadie dimite de sus puestos, ni nadie se da cuenta de cualquier irresponsabilidad, ni nadie..., ¡sí!, exactamente ¡nadie para la sensatez! y ¡todos o demasiados para la testarudez!

José Repiso Moyano dijo...

Entre los poderes fácticos, el mundo financiero era el más fuerte antes de la crisis y, ahora, sigue siendo el más fuerte, no otro.

Solo ocurre que ya no les funciona un truco -recurriendo a otros tan infalibles como ése-:
el vender un producto por diez veces su valor provocando la deuda ciudadana para conseguirlo.
Claro, eso es fácil de hacer cuando los ciudadanos no tenían ninguna protección para no llevarse a cabo.

Por ejemplo, las empresas farmacéuticas deciden -dada una situación crítica o de epidemias- vender vacunas a un millón de euros, y ahí el Estado lo consiente, y todos sin reguladas medidas proteccionistas para los ciudadanos, pues -por lógica sana- todos se ven EN LA NECESIDAD de comprar esas vacunas como igualmente todos se vieron en la necesidad de comprar aquellas viviendas (¡sí!, ¡no tenían otro camino!, ni ¡protección siquiera!).
Así es, es lo mismo y huele a la misma peste.

Y ya no se gana por ese concreto engaño, no; pero eso no significa que no ganen en sus otros montones de dinero funcionando por otros sitios o con sus miles de recursos como ventaja.

Los ciudadanos son los únicos que pagan eso; y se han quedado con los pantalones bajados y con la cabeza pisada -para que no piensen y, así, aturdidos apoyen aún a los que los desprotegerán-.

Anónimo dijo...

es cierto, los hijoputas siempre ganan!!!!!!