Un mísero recurso de reproche o de censura suele ser el que algo no se diga o no se haga porque... "crea división"; pues hasta Jesucristo creó división: el mundo entre cristianos y no cristianos (y Ghandi lo mismo, ya que provocó la división de Bangladesh de la India y, ésta, con respecto a Reino Unido). Sí, lo que nunca se debe hacer es mentir, manipular o justificar lo injustificable como ahora lo ha hecho ya Obama, contagiándose de lo que es el poder prometiendo demasiado y haciendo demasiado menos.
Nadie hace sistemáticamente el mal; pero, si tiene algún poder, hace que se vean -como lavado de conciencia, como publicidad para su negocio y por su imagen hacia la sociedad- los bienes que inevitablemente tiene que hacer, al tener ya tantos recursos en marcha o en acción para lo que quiera -e incluso algunos para lo que no quiera-.
Internet no es una casa o, ni siquiera, un país donde se pueden diseñar o controlar "los derechos de autor" a "un capricho". Internet es... el mundo y la libre circulación de información (tal complejidad hace que cualquier control podría no ser tan útil; p. ej., ¿cómo se les puede exigir a los africanos que paguen "los derechos de autor" de Sabinas o, más, lo que todo Europa publica "al tener más recursos para ello"). Internet no, no es un medio de comunicación convencional porque aún no tiene su correspondiente convención global o, en eso, no arbitraria (y eso no significa más que lo que significa, en ser distinción, jamás que está exento de la aplicación de la justicia).
Para que una persona esté equivocada, hay que demostrarlo primero.
El desprecio es el no atender al valor de las cosas; en realidad -o en la práctica-, desprecian más de los que os imagináis.
La sociedad nunca tiene razón (demuestra globalmente incoherencia); la sociedad nunca ha cambiado nada (pues se inclina a lo convencional ya que, además, por definición es... convención) sin que, "enfrentándose a ella" y con mucho esfuerzo, ya sólo alguien empiece (demuestrando razón de lo que es involución o error) un cambio: moviendo conciencias, haciendo ver injusticias, denunciando la doble moral, etc.
La más grande virtud que puede tener un ser humano es la "empatía"; que no es más que hacer tuyo un dolor ajeno, es decir, abarcar -además de tu malestar por tí mismo o tu propio patrimonio- el patrimonio del dolor ajeno (pues muchos errores se evitan sólo así, o "se entienden").
Sólo en España los sinvergïenzas SIEMPRE están en los medios -fácticos- de poder, sin faltar nunca, para pintar o disfrazar su falta total de moral con miles de mentiras -porque dominan en tal control, es evidente- repetidas una y otra vez hasta hacer bonita -o sabrosa- la mierda.
Desde una posición de comodidad de chulos mediáticos -casi todo a favor- o de poder, siempre se llega a frivolizar a miles de sufrimientos ajenos de millones de seres humanos, no significando ellos así nada: lo que son y lo que sienten o lo que padecen.
El ser humano CREA EL ARTIFICIO en todo: una esperanza será artificial si se crea con engaño (p.ej., hacer creer una mujer a un hombre que lo ama), una información será artificial si los elementos que utiliza cohesionadamente no son reales, un cambio climático si es desencadenado por elementos que la misma naturaleza no hace o predispone, etc. Así es, considerando que el artificio SE INCLINA A DEFENDER ALGO -una parcialidad- DE FORMA INTERESADA.
Si, como primero, los seres humanos también son animales pues, entonces, que respeten ante todo esa prioridad para ser algo coherentes
Los que callan, por la dignidad, nunca han hecho visible una injusticia; nunca han aclarado -les favorece la turbiedad o lo cínico-, ni han enseñado nada.
Todo el mundo se cree bueno; hasta los nazis eso creyeron.
La violencia NUNCA se puede justificar y nadie puede demostrar, en mis manifestaciones públicas o en todos mis escritos, que yo lo haya hecho.
Apreciado Señor: ----------------------------------------No apruebo los escenarios maquillados de la realidad, por uno u otro interés; cuando así se hace, los efectos suelen ser el "negacionismo" (en países, por ejemplo, que iban viviendo una dictadura la gente hasta negaba que existiesen desaparecidos) y la "irresponsable frivolidad" ante las injusticias (porque no conocen sus dimensiones).- Mi blog, sí, es del exponer cara a cara (sin filtros o sin censura de moralina) y en reflexión lo que se puede evitar, por eso es del "sentido crítico" (puesto que, en aquello tan evidente que no perjudica a nadie, no hace falta y no lo expongo) en su máxima atención o responsabilidad crítica.--------------------------- El cambio climático sólo está siendo tomado en serio cuando la gente sabe qué es y cuáles son sus causas, porque no se han tapado en su amplia y cruda dimensión. Y, en su contexto, el suyo, en la droga, la gente eso algo lo comprende porque ha pasado de ser "su problema " a "nuestro problema" (ya que no es sólo suficiente confinar a los drogadictos para una supuesta terapia cuando, al mismo tiempo, algunos terapeutas aceptan una ineficaz contemplación de sus entornos y de sus causas). Un abrazo
"El valor de una persona no se demuestra en tener muchas personas y medios a su favor -cómodamente-, sino en las dificultades de todo lo contrario".
Para tener compasión, ya existen miles de prioridades antes que tenerla por los poderosos.
Estrategia de la degradación progresiva: Para hacer aceptar una medida socialmente inaceptable, es suficiente aplicarla progresivamente.
La frivolidad es un camino hacia el cinismo.
Todo el que quiere ser justo, tiene que hacer "lo más público" o dar publicidad a lo que es injusto (difundir lo que no debe repetirse).
"Censurar" -en la práctica- es la mayor tortura que se le hace a un ser humano; pues se extermina o se persigue, con eso, su libertad en todos los áspectos de sus derechos (por cuanto que es un ser social o público) y, más directamente, su libertad de expresión.
Las injusticias se pueden decir o no decir -es una opción-, se pueden consentir o no consentir -en la práctica-, se pueden empatizar o no, se pueden ayudar o no -ayudando o no a sus cómplices-, se pueden tratar con frivolidad o no, se pueden olvidar o no...; pues considérate ético o comprometido o progresista según tales reacciones.
Pero difundirlas por difundidas no significa nada -cualquier delincuente puede hacerlo para quedar bien visto por la sociedad- si eso no lo respalda una coherencia.
Si te resistes a reconocer algo de la realidad, entonces, no eres coherente con ella.
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Una sociedad nunca ayuda al que nunca le ayudó a lo que tenía establecido, sino al que consintiéndole toda irresponsabilidad sigue ayudando, ya como premio a su supeditación y a un buenismo convenido -nada ético pero rentable en engaño librador de errores y en chovinismo-.
Téngase en cuenta que cualquier sociedad es muy díficil que no se fundamentalice (sociedad maoísta, marxista, capitalista, nazi, etc.) y conviene, así, siempre, un buenismo a favor de sus más sumisos, calladitos o, al fin de cuentas, "seguidores". Eso es normal.
Yo creo que esta clase de "mentira total" o de injusticia debe seguir ayudándose para... no perder la tradición de HdP dominante; para el beneficio de... esos mismos.
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“No podemos permitir que otros piensen por nosotros. Si continuamos sometidos a la retórica política y a las abstracciones estamos condenados”.
Harold Pinter
Para tener una mínima coherencia moral, no se puede anteponer la política a la dignidad de los seres humanos, el negocio a la no-tortura, el sexo al amor y el dinero a esas relaciones de buen trato que se realizan en la sociedad.
La veracidad, además de cierta capacidad intelectiva, requiere no tener miedo.
Sólo el estúpido se ríe de los demás; pues, el sensato, se ríe de algo -en concreto- que han hecho los demás.
Si desatiendes la realidad y la razón, entonces, no le exijas -en irresponsabilidad- derechos ni nada.
Para la reconciliación, hay que estar a reglas iguales en dignidad.
Todo ser humano por el hecho ya de existir con una voluntad conlleva... un pretender; es decir, estando "el ser con voluntad" implica que irremediablemente él DECIDE esa voluntad o, lo que es lo mismo, su propia voluntad pretende siempre algo. Otra cosa es el disimulo de la también pretendida huida o intento de huida de incluso eso.
¿Qué es más importante: hacer una información -o una atención ética- a Belén Esteban o a Gandhi?, ¿defender los derechos de un animal -que éste los tiene objetivamente igual a otro aninal- o los negocios que su maltrato sostiene? -¿qué está primero: ética-alma o negocio? Sin duda, España demuestra un podrido cinismo comunicativo y cultural, pero -a alineación atropellante- es poderoso para trascender y engañar ("el poder lo puede todo").
De los seis mil millones de personas que habitan en el mundo, los medios de comunicación están en una pequeñísima parte (con una clara e inevitable tendencia para favorecer primero a esa pequeñísima parte), y nunca están -por ejemplo- entre los mil millones que pasan hambre. Así que no me vengan bocazas y chuletes informadores ASEGURANDO que... informan lo que en verdad ocurre..
(Cada imagen que utilizo ha sido y es aún de "interés público".)
3 comentarios:
España fue uno de los 30 países firmantes en 2008 de la Convención de Oslo, en la que se comprometió a no emplear, desarrollar, adquirir, almacenar, conservar o transferir a nadie, "bajo ninguna circunstancia", bombas de racimo. Antes, sin embargo, fue uno de tantos en tener y producir este tipo de munición. Las que ahora usa Gadafi en Misrata contra los rebeldes fueron fabricadas en España en 2007.
La muy reciente Convención de Oslo debería cumplirla, pero ha transcurrido muy poco tiempo para saberlo. De otras convenciones más lejanas en el tiempo que ha firmado España, en concreto, Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático sobre reducción del CO2 (Cumbre de Kioto), está totalmente incumplida por España. Bien, lo que se afirma aquí es que las bombas de racimo de Gadafi son españolas, al margen de tantos convenios que se hacen; y ¡así es! ¿Cambia algo? Pues no.
Es decir, ¿es menos cruel que Israel se haya servido de ellas en 2007 y en 2008 no o que no se sabe?
Pues no, ¡es la misma crueldad!
Una convención -una reunión- no exime a nadie de lo que ya de grave ha hecho, sino es un acuerdo, un dar la palabra o un compromiso por actuar de una determinada manera; eso es (y "las palabritas se las lleva el viento).
Otra cosa muy distinta es una organización internacional o mundial, en donde ya los países, si no cumplen ciertas medidas, son sancionados. De ahí el éxito de las convenciones de la ONU, por ejemplo.
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