--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

sábado, 26 de diciembre de 2015

Si tú ya estás maltratando a la razón (o al que demuestra con solo reglas racionales), aunque tengas las formas o modales o alineaciones de conducta cómplices que guardes o quieras, sí, aunque te protejan para ello poderes de sinrazón o simpatías de sinrazón, tú irrebatiblemente estás maltratando a la razón (y a la ética como una parte esencial de la razón), ¡eso es!, tú irrebatible y objetivamente estás destruyendo el bien o, en claro, sembrando y protegiendo al mal (lo esquives o no lo esquives, o intentes comprar a Dios con pillobuenismo o te engañes a tu misma conciencia en asco)
Huir de la justicia es siempre desprotegerla, y matarla. Huir de la luz (paz-bien) es siempre desprotegerla y matarla. Huir de quien irrebatiblemente demuestra razón es siempre desprotegar la razón (bien-ética) y matarla. ¡Las cosas como son!

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

En cuanto tú esquives a algo racional ya estás amparando tal esquivo, o sea, haciendo una apología del error; pero, sobre todo, en cuanto tú esquives al que demuestra a razón, a alguien con su/una razón no rebatida, ¡sí!, ya estás haciendo una apología del error.

Está más que claro, si tú esquivas a Galileo, ya aunque te den cien premios, aunque tengas cien licenciaturas, aunque lideres cien grupos culturales... ya estás haciendo una APOLOGÍA DEL ERROR, y te invalida todo lo que eres en conocimientos.

12 de noviembre de 2014


Hasta los cuarenta años -y aún también- me dediqué, de día y de noche -pues poco dormía para lo siguiente que digo- en crear bienes sociales (reconocer el esfuerzo racional, barreras a lo establecido a porque sí, romper el hielo en desigualdades sociales, dar pasos valientes en frenar costumbres crueles, el práctico no consentimiento de lo injusto, el no esquivar demostraciones, aclaraciones por la eliminación de prejuicios, etc) utilizando la totalidad de mis recursos vitales -incluso algunos de comer- mientras que, tales recursos, mis vecinos compraban grandes propiedades en vistas al futuro de sus bolsillos y mientras los escritores españoles los utilizaban en pillar únicamente para ellos por todos sitios con sumarse a sobreproteciones rastreras o con lameculismos incluidos

Así es, mis bienes sociales están ahí, en la sociedad, en los hechos, y todo el mundo inevitablemente los coge -sí, aunque no se quiera se cogen, porque están ya en el uso social y eso no depende de querer-. Por el contrario, pongo en claro que yo no he recibido ni la millonésima parte de nada, o sea, ¡nada jamás de ellos! Y no es solo eso, sino que me han quitado cada segundo vital digno, y los elementos también de ayuda que la misma naturaleza me los daría si no lo impidieran; y no solo eso, sino también los millones de segundos de felicidad que me han impedido, de vida mínima, de derechos humanos -que sí tuvo objetivamente por ejemplo Hitler-. ¡Qué fríaldad sin alma son! ¡Qué infinita crueldad!
16 de noviembre de 2015

José Repiso Moyano dijo...

Toda la naturaleza existe porque se ha adaptado a elementos y a posibilidades naturales; todo animal existe porque se ha adaptado a la realidad.... ¡ésa es la verdad!, ser consecuente a tu medio real, a la realidad. Es decir, si los animales no se hubieran adaptado a la verdad de la realidad, su adaptación no hubiera sido posible, no existiría y ellos tampoco. Más claro, si los planetas no se hubieran adaptado a la verdad de la realidad, sino a "otra cosa", no existirían,
Pero los ultracabezones del mal y de la mentira jamás esto aceptan, por eso dirán que se adaptan a otra cosa, negando la realidad o a un zanahoria mental que tienen

6 de noviembre de 2013