--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

lunes, 8 de octubre de 2012

-si tienes alguna responsabilidad intelectual, o sea, que difundes opiniones o pensamientos- estás influyendo en parte alguna a la sociedad, estás sembrando en ella por lo que en concreto difundes y creas de cultura; por lo tanto, dependiendo de tu sembrar, habrá siempre unas consecuencias -siempre las hay- o unos frutos. Sí, lo que no puedes eludir es que, sembrando irracionalmente, pretendas atribuirte frutos de racionalidad; que, sembrando no apoyos al que se esfuerza racionalmente, pretendas atribuirte frutos de racionalidad -o de ética-; que, sembrando censuras y ninguneos totalmente injustos de indignidad, pretendas ir de no equivocado -y de exento en complicidad- ante las consecuencias -siempre las hay- que creas de manipulación y de graves daños de un mal ejemplarizar la cultura o de no mejorarla.
Sembrando con indiferencia, con no reconocer, con no saber valorar, con ninguneo al que demuestra, con intolerancia -no dignificación-, etc., no puedes recoger fruto ni de ética ni de verdad. Si se me pisotea a mí toda la vida, ¿qué ética o qué bien o qué mejora o qué vergüenza o qué aclaración o qué camino defiendes?

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

El ninguneo al que se esfuerza racionalmente es la siembra de la injusticia.

La alineación incondicional es la fuerza de la injusticia.

Y la confusión es la tapadera de la injusticia.