--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

jueves, 27 de abril de 2017

A la verdad hay que ayudarla a que ninguna mentira la impida.
               Y jamás se ayuda:
Confundiendo (no demostrando pero no dejando demostrar, aceptando lo no claro o la sinrazón y dando prioridad a lo no racional para que lo racional-ético se postergue y se debilite).
Dando de lado al que la demuestra por "otra cosa"
Premiando o sobreprotegiendo a entretenimientos, coplismos, costumbres o a intereses de poder para que sirvan de instrumentos que alejan a lo esencial o a la razón-ética.
- Permitiendo la alineación, pues la alineación en donde sea (literatura, política, etc) ya es una sinrazón, una objetiva insensibilidad, un adiestramiento (que eso es imposición) del pensamiento.
Se esconde un camino verdadero porque muchos intereses y muchas interesadas personas   no quieren que se vea.
Se debilita o no se protege tal camino lo correcto o lo suficiente porque se sobreprotegen ya otros caminos (por lo que se llevan ellos todos los recursos o medios irracional o injustamente).

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Tener tú razón es siempre de verdad razón si no elude las otras razones las diga quien las diga (que pueden rebatirte la tuya o desmontarla). ESTA ES ÚNICAMENTE LA PRUEBA NÚMERO UNO PARA TENER TÚ RAZÓN.Si no la pasas, ¡eres un monstruo o más falso que Judas !

Tener razón es el jamás haber jugado sucio tú no rebatiendo lo que te demuestran, sino eludirlo, esconderlo, ningunearlo en tal soberbia exterminadora. Al igual que tener realidad es el jamás tú rebatirle a la realidad cosas, sino esconderla, traicionarla, esquivarla, y al hacerlo eludes tú la total responsabilidad sobre ella.

21 de diciembre de 2016

José Repiso Moyano dijo...


Una persona LUCHA según las PROTECCIONES que tiene, en esto consiste solo la dificultad de la lucha. Cualquier intelectual español dispone de muchas protecciones; por ello, no hay mucho esfuerzo de verdad. Sí, uno cualquiera puede vivir pobre en una tribu, pero tiene protecciones en ella; uno cualquiera puede luchar por una causa justa, pero ya cuenta con unas comodidades de protección que le hacen -objetivamente- fácil su lucha.
Las protecciones se "compran" o se reciben a cambio de:
- obedecer las costumbres a costa del sentido crítico y de la conciencia de los valores éticos,
- alinearte por defender solo los intereses creados de esa alineación,
- consentir las injusticias que crean los poderes fácticos o dominantes para que no tengas problemas con ellos y sí unas compensaciones de soborno ético o de complicidad.

jueves, 21 de febrero de 2013

José Repiso Moyano dijo...

Cada cual tiene un rollo interesado en la cabeza y, A TODA COSTA, día tras día va a defender eso contra la razón, contra la ética o contra cualquier demostración. Lo que solo vale, lo que solo cuenta -a intolerancia total con la razón y lo que contiene: justicia, dignidad, etc.- es el rollo de videncia, de espectáculo, de abstracción crónica, de enturbiamiento de la realidad, de cerrazón o de palabrería que se impone. Nada más. Las mismas injusticias, por ellos, siguen funcionando igual.

Pero, al momento, están las consecuencias -injusticias e involuciones- de las cuales, aunque solo ellos las han creado, se lavan las manos; o destruyen y se esconden la cara por... perversos. Puesto que los "recursos de cambiar" -los que necesita "el que cambia"- ellos los agotan en eso, los mal-usan, los destruyen.