--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

miércoles, 7 de mayo de 2014

Solo el que demuestra racionalmente, el que se ha enfrentado a una confusión aceptada durante siglos, el que ha señalado las causas de injusticias, el que ha desenturbiado, el que ha especificado las sinrazones, el que ha hecho ver o ha concienciado en mucho, sabe realmente cuáles son los esfuerzos titánicos que requieren la verdad; los demás nada, que han vivido sin duda de zánganos en cumplimiento ético y de HdP en dejadez -probándolos hechos-, con todas las puertas abiertas a la crueldad.
El que busca el camino contrario, ya sabe rastreramente todas las pillerías de lo contrario y de quedar además como buenista, para + inri.
Todo debe ceder menos la verdad; o todos los intereses menos ella, que no está para usos privados, mediáticos o en venta.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Lo peor no es precisamente que no quieras tú ser como una rata, sino que ya te han enseñado a actuar como una rata, y a no saber evitarlo; porque tus hechos ya demuestran el esquivar y corromper valores éticos.
Y eso es horrible, por mucho buenismo satánico que te pintes pillamente.

José Repiso Moyano dijo...

Ya, por no reconocer una realidad o una verdad, eres un corrupto; no es necesario algo más, eso es suficiente.

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En cuanto a estéticas o a bellezas, el diablo las puede crear -y perfectas-; pero el sentimiento -o el cumplimiento ético- no lo puede crear nunca el diablo o la impiedad. ¡Esa es la diferencia y eso es lo que no puede el seudocreador y sus lameculismos!

Sí, el diablo te puede crear la estética que tú quieras!


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Si nadie ayudara al que demuestra (o sea, permite o desenturbia lo que todos impiden, confunden o enturbian), no existiría algún valor ético jamás, ni civilización.

Si todos dan las espaldas a la verdad, nada es posible de lo justo o de lo digno o de lo libre o de lo civil, ¡nada!