--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

viernes, 4 de noviembre de 2011

Internet tiene a su disposición todas las trampas posibles para la mentira, el contacto en vivo no.
Sí, Internet es un fluir de todas las arbitrariedades manifestadas desde los "intereses creados" que hay en la sociedad; pero, los que más se aprovechan de esos "intereses creados", son los que tienen más recursos y más avaricia de poder.
Por eso hay que tener -con ética- una conciencia para proteger a lo que no lo hace así; puesto que lo demuestra -en garantía-, anteponiendo las reglas racionales a lo interesado, a la demagogia y al marketing.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

La soberbia es algo que sólo se puede demostrar cuando se practica, es algo muy parecido al orgullo. Por eso, a todos los intelectuales que han existido -en el plano intelectual- se les puede tachar de soberbios, tirando por un camino o por otro, valorando demasiado un aspecto más que los demás.

La ciencia en sí misma es soberbia -en el plano intelectual- frente a lo que dejaba atrás, que quizás sin duda en gran parte tenía más humildad si la entendemos por no creerse "nada" alguien o poco, pero al mismo tiempo ese no posicionarse claramente por lo que se demuestra, ese no atreverse al conocimiento de seguida provoca que todo se eche a perder y no existe así ningún progreso, ni ético siquiera. Pensar coherente, ser civil, ser ético, ser lo menos cruel significan en esencia sostener principios (también unas mismas reglas para todos, no aceptándose que el demostrar sea válido para unos y para otros no al ser antipáticos por ejemplo), defenderlos, no dejarte sobornar para que los renuncies, no dejarte tomar el pelo por los que quieren pasar una cosa por otra o simplemente tapar (la injusticia se basa en tapar). Por eso tapar no se debe hacer ni con uno mismo, el sobornarse uno a sí mismo y taparse uno lo que a uno le han hecho: no te puedes engañar a ti mismo, tal como lo aplicas todo hacia fuera debes aplicarlo hacia dentro.

La intolerancia sólo existe si aplicas recursos tuyos o públicos para que el “otro” no pueda conseguir algo o lo que le corresponde en su dignidad prioritaria (en el debido reconocimiento), de ser también ser humano, por lo tanto se lleva a cabo cuando “actúas” así, nunca porque tú digas lo que digas, ni porque tú seas fiel a lo que digas, ni porque sostengas el rigor antedicho.

También, el osado que con su pensamiento demuestra y se atiene al razonamiento y a la coherencia es, en verdad, un quijote o un "cristiano original" en tanto que va a recibir palos y calificaciones de todo tipo y, encima, si dice que los recibe, y más recibe porque es ya “soberbio” o atrevido por decirlo llegando a ser una auténtica valentía el seguir, a pesar de todo esto, como hay que seguir: con la razón por delante aunque te califiquen moralmente (pues orgullo, soberbia, avaricia, etc., son calificaciones morales que sólo son justas si se demuestran en la práctica, para que no sean armas arrojadizas).

(publicado en 2003)