--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

lunes, 15 de noviembre de 2010

Sólo ayudando a lo justo (lo que se esfuerza o se reglamenta como correcto únicamente CON LA RAZÓN) no permites lo injusto; entonces, en eso y en prioridad, no puedes ayudar al que fácilmente no demuestra o no se esfuerza por demostrar.
HARTAZGO

3 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Para racionalizar no existen prejuicios, no existen privilegios y no existen parcialidades (o subjetividades interesadas); por ello, a tal esfuerzo, nunca puedes éticamente restar apoyo, nunca por muy retorcida justificación que puedas hacer, pues siempre implicaría un camino hacia el sólo error o hacia la monstruosidad.

José Repiso Moyano dijo...

Uno dice que cada cual elige las prioridades éticas al capricheo o a la conveniencia, sí, o según de donde le venga también el viento.
Éste es precisamente el punto fuerte -o el gran truco o el gran sustento- de cualquier dictador que le da por priorizar a la raza, al dinero, a la patria..., y hasta que pasa lo que pasa.
A lo loco, desde luego, se puede hacer todo -TODO ES POSIBLE- pero, a lo correcto o a lo sensato, sólo existe... un camino; y gracias a Dios porque, si no, todos cogerían muchan o muchísimas sensateces diferentes ya apropiadas a sus correspondientes errores o locuras.


En resumen, lo sensato sólo tiene un camino, la justicia también, la paz también -que es el no empezar guerras-, la salud también y el no ayudar a la hipocresía, a la sinrazón o a lo injusto -lo contrario de lo que haces tú- pues... también.

Y luego ve por ahí diciendo que la culpa la tienen "otros", para inventarte un buen papel de "buenote", ¡qué cara dura hay que tener!

José Repiso Moyano dijo...

Nunca es ético el aceptar esa influencia mediática que juega interesadamente con las injusticias pues, no estando en igualdad "contra todas", unos u otros medios de comunicación hacen bandera -en un interés- de unas sólo discriminando las demás: las utilizan para sus propias "causas de poder" o para sus propios beneficios.

Eso es muy frecuente ahora: unos obsesionados en la injusticia de lo que implica el aborto infravalorando o no dando la debida atención a otras miles de injusticias, otros obsesionados en ETA -que lo tienen como tema hasta en la sopa-, otros en lo que hizo tal niño -un sólo niño- matando a otro, etc.