--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

domingo, 7 de abril de 2019

Diciéndolo a total verdad o  a razón irrefutable,  el Bien siempre es el no dejar bien  (beneficiando en algoal mismo mal.  Así es, por lo que nunca se puede tener flaqueza o debilidad interior-espiritual para dejar que se te cuele el mal dentro para acabar tú siendo CÓMPLICE de algo.
Eso está más claro que el agua, sí, no puedes bajar la guardia en tus decisiones para que tal o cual decisión sea un fracaso de bien o un resultado de COMPLICIDAD con las sinrazones o con el mal

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Con el condenar al mal contundentemente nunca te equivocarás en eso,
con el insultar al mal sin titubeos nunca te equivocarás en eso,
con el no consentirlo contundentemente nunca te equivocarás en eso,

pero si vas flaqueando y dándole lo que él quiere....
¡al final se te cuela
y se adueñará de tus convicciones incluso!

José Repiso Moyano dijo...

El insulto (sin faltar o sin fallar a la verdad), pero realizado con la compañía de la verdad (no antes ni nunca como medio para conseguirla), es una de las esencias del Bien. Sí, porque es la única esencia que consigue una concienciación de la culpa o del error (para que el bien sea posible) y, además, es lo único que hace ver el estado real de la INDEFENSIÓN DE UNA VERDAD.

Por ejemplo: Unos van realizando la estupidez tal o cual de "contaminar algo"; pues, si nunca les dices "estúpidos" o que "hacen una estupidez" (que es lo mismo), por seguro jamás de los jamases advierten que objetivamente están realizando tal estupidez, es obvio.

Por ejemplo: Una verdad X va siendo pisoteada por todos, pero en ceguedad ya total en donde es imposible el convencimiento (sí, puede ser "la Tierra es redonda" o "los judíos son personas" mientras van siendo exterminados); pues, en verdad, lo único de lo único que te puede transmitir una carga de indignidad o de no anestesia de lo real es que te digan: ¡estúpido!, ¡desalmado!, ¡no sabes lo que haces! (que es igual a decirte inútil), ¡fanático!, ¡estás loco! Así es.


(Si a un "cerdo humano"
nunca le dices de una vez que huele mal,

pues siempre, absolutamente siempre
dirá que huele bien,

¡eso es así!,
¡eso es como una ley física!)