--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

sábado, 16 de febrero de 2013

VANIDAD DE VANIDADES:

Todo es un puñado de buenas intenciones -con siempre resultado de corrupción y de injusticia- que en engaño, a licencia de irracionalidad -pues objetivamente pisotean o maltratan al que demuestra-,  lo hacen espectáculo.
Nada aportan, llenan el tiempo de sus vidas en vanidad como sistema, eso, ¡destruyen!, y van de intelectuales y solo son unos malditos intelectuales de la destrucción.

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Desde que apareció el ser humano hace miles de años, ÚNICAMENTE EL CONOCIMIENTO le ha hecho evolucionar y salvarse; eso es lo único que ha de agradecer.

Sí, solo aporta -de una forma objetiva- quien aporta conocimiento nuevo y racionalizado.


Pero ahora el conocimiento se pisotea y se extermina con todas las justificaciones más perversas, todos sobreprotegen a otra cosa, a otra cosa con trampa.

A mí jamás en toda mi vida me han ayudado, aunque solo hubiera sido un segundo, ya que esto es lo que han impuesto a sensibilidad nazi (consiguiendo contenido nazi).

José Repiso Moyano dijo...

El que está en Twiter, ya es fanático de Twiter; el que está en Facebook, ya es fanático de Facebook... otros de culebrones, de mediáticos, de medios de manipulación de cotorreo o de peloteo, de emisiones de radio bobaliconas o enfermos de vulgaridad, de arte basura, de ocurrencias espectaculares... y todo -en fanatismo o en ceguedad inútil o vanidad- para ir a contrarrazón, pisoteando o destruyendo lo esencial.

José Repiso Moyano dijo...

A sensibilidad nazi van haciendo su nazismo, y ¡nada!, nunca serán siquiera conscientes de ello (¡jamás en toda la historia ha habido más errores, o sea, objetivamente tanto derroche de recursos y confusiones que destruyen tanto!, pero ellos siguen y van ¡a lo suyo!, creyéndoselo, a fanatismo solo).

José Repiso Moyano dijo...

La razón es lo único que EVITA la sinrazón o la injusticia.

¿La defiendes?
Pues empieza por atenerte a sus reglas: aclarar, tolerar y reconocer son las esenciales.
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Ursula Almada dijo...
pienso que muchos ya han perdido la razón, por eso se dejan llevar por ésta corriente de injusticia y locura.

22 de agosto de 2012 11:49
José Repiso dijo...
Úrsula: Todo lo que he manifestado -oral y por escrito- es únicamente producto del usar la razón totalmente, al margen de intereses, de trucos mediáticos y de poder para silenciar, y de conclusiones dadas por hecho.
Y eso es MUY DIFÍCIL porque supone demasiado esfuerzo, demasiada renuncia y demasiado soportar presiones de lo contrario. Es tan difícil, en objetividad, que casi nadie lo ha conseguido; pues cualquier intelectual o sabio, uno u otro, puedo demostrar que tiene bastantes errores de incoherencia o de conseguir esto plenamente.

Así pues, si es tan difícil y asimismo tan constructivo -puesto que es precisamente la razón, y no la sinrazón, lo único que construye-, tendrá eso un reconocible mérito, una obligada deuda ética conmigo, una dignidad mìnima, un algo mínimo de conciencia de que tal hacer mío se ha hecho ya, sí, se ha hecho sin negacionismo miserable y sin esconder más lo que es..., y lo es porque alguien lo ha luchado o lo ha hecho.

Pues bien, como monstruos se resisten a eso, a eludir conciencia y a eludir reconocimiento de dignidad.

Piensa que una persona o tiene conciencia o no tiene conciencia (para que lo entiendas, como se suele decir es "vergüenza", integridad o vergüenza ética) y, también, o tiene capacidad de reconocer -de valorar- o no. Pues esas dos condiciones son esenciales para que cualquiera tenga una ejemplaridad o autoridad ética que justifique lo que hace. Pero no..., ellos, a lo monstruoso, quieren tenerla sin eso, quieren imponer esa mentira como si nada, a máxima humillación y sin reprobación. El seguir en un "la Tierra es plana" o en un "las mujeres son inferiores", como ejemplos, por la fuerza.

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En la vida. tú eres únicamente la decisión que tu alma hace libremente: el decidir apoyar a Franco o a Gandhi, a un banquero o a un misionero, a un pobre o a un explotador, a un honrado o a un mentiroso, a un mediático -que nada demuestra, sino mediatiza sus ocurrencias- o a uno que aclara o dice las cosas demostrándolas.

Tú decides y, tal decisión, tiene sus consecuencias decididas por ti inevitables de construcción o de destrucción. Eso es lo que eres, y eso es lo que te define.

Pero lo que no puedes hacer es ir corriendo a apoyar a una artista muy sobreprotegida y pisotear o ningunear a un sabio. E irte de rositas con tu decisión corrupta.

22 de agosto de 2012 13:01