--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

viernes, 7 de septiembre de 2012

Un país infinitamente injusto en lo literario: han creado un sistema totalitario -a total mentira- en donde las hienas viven a costa de destruir lo que se ha construido en miles de años y a costa del sufrimiento de los demás.  Viven de la crueldad y de la mentira.http://delsentidocritico.blogspot.com/2008/10/un-tema-sobre-literatura-la-ciencia.html
Escritores que tienen todo lo nazi en paraíso de impunidad posible: imposición, intolerancia total a la razón -pues he estudiado uno a uno y están como descerebrados en crueldad absoluta, pero en un convencimiento buenista para que garantice más impunidad- y se ríen o exterminan toda ética -por ejemplo, ¿qué es honradez para ellos en su putrefacción de aprovecharse de todo, menos de su sudor o conciencia?- Yo únicamente cada segundo de mi vida me he aprovechado de mis lágrimas y de mi sudor honrado, ¡nada máshttp://criticaimparcialliteraria.blogspot.com.es/

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Los que son verdaderamente INTOLERANTES nunca dan una oportunidad a lo racional; por eso hacen su clase de montaje -que les favorece solo a ellos- de mediación espectacular -literaria cerrada o vendida a sus intereses- e imponen, sin respeto a alguna regla racional, sus mentiras; sí, y se las creen, y dogmáticamente las hacen creer. ¿Es algo mínimamente justo o digno o humanitario?
Si no estás en eso, con tantos esfuerzos que supone no estar en eso, ¿qué compensación digna tienes?..., ¿sufrir siempre?, sí, ¿ellos solo tienen derecho a tener dignidad?, ¿a vivir?, ¿a respirar?, ¿a ser algo de vida?

José Repiso Moyano dijo...

Mi palabra es mi alma, tiene una perfecta o inmaculada honestidad y ética demostrada. El que no cree en ella me tiene totalmente en confrontación, y jamás en amistad ni en aprobación alguna.

Las definiciones son EXACTAS, sin que tenga que quitar o añadir nada, en donde no hay nada de no exacto, de exagerado, de desproporcionado, etc., claro, mientras demuestren lo contrario -hasta ahora en sus hechos no se ha demostrado-.