--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

martes, 29 de diciembre de 2015

En el contexto humano, en cualquier momento de la historia, todo gira en torno a un dominante (propuesto e impuesto por la clase dominante) interés creado, siempre irracional. Sí, en la época feudal, todo era feudal; en una época esclavista, todo era esclavista irrebatiblemente: los que hacían leyes eran esclavistas y los científicos eran esclavistas.  Por eso, la razón es una cosa totalmente diferente a lo que piensan, por condescendencias a una época, muchos que van de racionales cuando, en realidad, ellos son netamente casi los máximos obstáculos para la razón (incluidos los científicos, que actúan únicamente como programas automátiucos de un motor y de un molde de sinrazón).
En efecto, en prioridad, lo único que se puede hacer POR LA RAZÓN (o lo que es la única aportación válida que se hace por la razón) es desenmascarar lo que ha estado en la sociedad durante siglos instalado como razón y ponerlo, ya al fin, en evidencia de sinrazón. Claro, en honor a la verdad, sin cortapisas de ningún modo, eso yo ya lo he demostrado de verdad  miles de veces; !ah!, por el contrario, algo que causa vergüenza ajena y demasiada indignidad  -por afrontar- rigurosamente una ética, los intelectuales españoles -y científicos-  no lo han demostrado ¡ni siquiera una vez! (pero sí-sí han cogido/robado los frutos del sudor de otro, torturando)

4 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

El esfuerzo por la injusticia jamás es esfuerzo (por la justicia)

El esfuerzo por la sinrazón (o seguir en un esfuerzo A PESAR DE la sinrazón) jamás es esfuerzo (por el bien o por la razón), llámase otra cosa, pero objetivamente no han tenido esfuerzos como los millones y millones que sí realmente yo he afrontado

José Repiso Moyano dijo...

Si tú valoras lo necio y lo corrupto o lo cómplice, significa eso que cuando llegue la hora de valorar lo sensato, lo decente o lo justo jamás lo habrás preparado en valoración, o sea, atendido por igual y ya no lo sabrás valorar y lo humillarás (en desprotección). Porque, sí, si atiendes a la realidad, sabrás de realidad; y también si atiendes a su instrumentación (la razón), la sabrás, sabrás de razón.

Claro, valorar es como subir o bajar una escalera, en donde subir solo tiene efectos de subir y bajar solo tiene efectos de bajar; tú sabes valorar (construyes o subes porque atiendes o te remites a la razón-ética) o tú no sabes valorar (destruyes porque "te vas a tu conveniencia", bajas)

5 de octubre de 2015

José Repiso Moyano dijo...

Al que le favorece la mierda -ése que ya tiene poder e imposición por tal favoretismo- va a hacer todo lo posible para que la mierda siga ahí, a todo pesar, a contrarremordimiento, a contraética y a contrarrazón -además con motivación interior: él se cree un gran buenismo que se inventa a su medida-.


Y fortalecen como si nada unos mecanismos mafiosos para que todo eso siga adelante. Por ejemplo, ¿durante cuánto tiempo la televisión valenciana ha estado sirviendo a lo no ético, alimentando tanta cultura y tanta información desvirtuada de lo que debía ser? Pues montajes literarios también se han hecho con lo mismo, aprovechándose al máximo -con graves consecuencias- de lo que no es cultura.

Pero como si nada ejecutan una crueldad conveniente -para ellos-.
Si la mierda cuenta con poder, te la imponen, siempre por seguro la imponen
8 de febrero de 2014

José Repiso Moyano dijo...

Para evitar la razón, y no demostrarla por salvaguardar una conveniencia del ego de cada cual, y en dirección hacia la mentira, siempre está el "creer" y el "creerse" como... norma o hábito; demasiados españoles se creen napoleones de la sabiduría porque muchos tienen más lengua que rigor y más cara que vergüenza, y ya no necesitan demostrar ni aclarar ni desmontar sinrazones ni defender el fondo racional siquiera porque, ellos, ya se lo creen, sí, se lo creen con todo recurso público y juego sucio e impuesto poder. Y a lo impuesto van adaptando su valorar en rentabilidades miserables, aplastando totalmente lo que demuestra razón y ética.

Y eso van sembrando y eso imponen: las sinrazones -para que otro luche contra ellas, pero al que destruyen también-. Van a plena boca y calle y cara imponiendo su charlatanería y, a lo que es razón, lo fusilan. ¡Nada permiten de otra cosa!

8 de febrero de 2014