--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

jueves, 2 de abril de 2015

Los que tienen algún poder (o sea, que tienen capacidad y recursos para fortalecer un "porque sí" en el contexto económico, político, religioso, grupal, mediático, literario, militar, etc.) son los únicos que pueden IMPEDIR A LOS DEMÁS la realización de la libertad, de la dignidad y de los derechos humanos.
Sí, esos son -en objetividad- altamente destructivos y, además, son solo los que garantizan la destruccción per se en el presente y en el futuro si no son retenidos por exigencias, descalificaciones lógicas u obligatorias al mal, protestas, "dar las caras", molestias, no consentimientos, ¡bastas ya de ética o de decencia! o métodos de "autodefensa" imprescindible de los demás (es decir, demostrar no complicidad o no colaboracionismo o, en claro, no simpatizar con el mal)

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Más claro, el bien es mojarse por el bien; el bien-mejorar es no dejar las cosas como están por tu beneficiar al mal (biencalificando al mal, siendo indiferente o dando las espaldas al bien, o ya peloteando o siendo colaboracionista del mal).