--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

viernes, 7 de abril de 2017

Para la razón, sí, todo se puede definir con exactitud, lo que hace falta es el demostrarlo o el hacerlo. El odio objetivamente es el negar o impedir pan y agua (el realizarse) a otro siempre bajo el amparo de un excusar sinrazones (cualquier sinrazón: privilegio de desigualdad, sobreprotección, hábito, "porque sí", alineación, etc).
Se hace siempre por desequilibrios de ambiciones del yo-ego o del super-yo  (ideal montado para él).

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Si le das EXCUSAS (ocasos excepcionales) para cumplir tus principios o tus deberes éticos (o palabra dada) es porque tú no tienes principios

La luz para que la defiendas, no puedes taparla;
la razón para que la defiendas, tienes que escucharla a todo pesar

No existen FORMAS de cielo,sino el cielo es como es con una única forma. No existen formas de bien, sino hay una sola forma y camino

Tú tienes que SER la ética (sensato,honesto, etc), no buscar las FORMAS de lo ético que los intereses quieren

Hay que ser bueno, no buscar o aplicar FORMAS de bueno que intereses y que los demás quieren

Porque una cosa es CREERSE bueno y otra demostrar que algo es bueno. Lo primero siempre tiene engaños y lo segundo no

Y la primera RESPONSABILIDAD del bueno o del bien es no huir del que demuestra el bien sin engaños(o sea a razón irrebatible con otra razón

Lo que falla no es el NO TENER FORMAS de bueno, sino ya no cumplir lo bueno, no SER bueno, no desde un principio

Hay que SER justo, no buscar FORMAS de justo que los demás quieren

Hay que ser sensato,no buscar FORMAS de conveniencia a la sensatez porque termine no siendo sensatez. Hay que ser la ÉTICA que tiene una sola forma

Muchos ESTÁN en un bien (política, cristianismo) para hacer un mal, porque no SON políticos ni son cristianos por muchas FORMAS que busquen

Quiere a la verdad quien siempre la facilita y siempre protege a quien la demuestra solo a razón-aclaración,sin excusas o medias verdades