--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

sábado, 9 de marzo de 2013

Una persona que jamás acepta el conocimiento, que jamás acepta el aprendizaje racional-ético con su debido saber reconocer, no tiene educación y ni siquiera sabe respetar aunque diga que sí respeta mucho (pero no sabe hacerlo y no respeta nunca).
Hay quienes jamás evitan el dolor de nada (¡solo lo crean y lo siembran!), puesto que ni siquiera comprenden lo que es una injusticia; y al no saberla... la crean a decenas por día.

5 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

¿Qué es una injusticia para un intelectual español?, pues no tiene ni P. idea.
Es lo que le conviene o lo que le metieron en el coco los reyes Magos.


Pero una injusticia, objetivamente, es que a unos mismos esfuerzos correspondan diferentes compensaciones, que a dos personas cualesquiera se les defiendan sus derechos humanos de una manera desigual, que el esfuerzo raciona-ético esté menos protegido que cualquier mediación o exposición de privilegios.

José Repiso Moyano dijo...

CON MUCHOS CAMINOS DE LOS QUE UTILIZAS SE LLEGA A LA INJUSTICIA, pero si verdaderamente LOS CONOCIERAS -con la razón- los rechazarías.
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La cantidad de dignidad que tiene una persona no va en función de quienes le siguen, de quienes le ayudan, de la gran cantidad de recursos y de privilegios que ha tenido para lograr algo, sino en que sin tener nada, aun teniéndolo todo en contra, arriesgando tanto su vida y aguantando tantas perdiciones, se ha enfrentado a una injusticia o ha defendido una razón.

José Repiso Moyano dijo...

Ése únicamente merece un premio y ha dado un gran ejemplo; el otro... ¡jamás! y ¡jamás!

José Repiso Moyano dijo...

Si, como dicen los lanzapiropos, la mayoría de los políticos es gente "honesta", ya casi todos los graves problemas del mundo estarían resueltos (es lógico). No creas -a tomadura de pelo- en culebrones mediáticos y en esas vanidades, que siempre se utilizan, a vanidad.

José Repiso Moyano dijo...

¿Quién defiende a un pobre? Siempre casi nadie. ¿Quién o qué defiende a ellos? ¡Demasiado!: normas, costumbres, fanáticos y medios.