--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

miércoles, 3 de marzo de 2010

Toda injusticia que el reconocerla perjudica directa o indirectamente a un país suele negarse. Entonces, sólo, únicamente lucha contra esa injusticia aquél que la afirma, no las ONGs, no amnistia internacional -de la forma más directa-, sino ése que hace ver esa injusticia -y la denuncia públicamente-.
La libertad de pensamiento -incluido el ideológico- es un derecho internacional; por lo cual, ningún ser humano debe ser reprimido o perseguido en ese aspecto. O sea, que ningún país debe aplicar normas o leyes -o denigraciones de "mercenario" o "traidor"- para que alguien, cualquiera, no pueda expresarse libremente. Eso es cierto pero, en realidad, ocurre todo lo contrario en muchos sitios. Véamoslo, los que forman la oposición política -los que piensan diferente- en EE.UU., ¿dónde están?, pues en su país, cada uno en su casa; los de Argentina también su país... Pero ¿dónde están los de Cuba que no sea en el exilio o en la cárcel? No más mentiras y complicidades, "caiga quien caiga",Cuba ni nadie está exento de sus abusos ideológicos, hasta en Marruecos -que pisotea muchos derechos humanos- hay militantes de la oposición política que viven actualmente allí. Insisto que no hay que esconder ninguna injusticia; incluso, si los que la reciben, piensan totalmente diferente a mí.
Sea "delincuente o -quizás- no", la responsabilidad política debe velar ante todo por la integridad física y por la libertad ideológica de cualquiera.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Se piensa muy erróneamente de forma impositiva que, todo lo que no es democracia, es dictadura o va en contra de la mayoría, del pueblo en general; y no es así. Una dictadura lo es porque ha derrocado a un sistema democrático y, por lo tanto, a la voluntad de la mayoría; también, porque hay indicios evidentes o racionales de que la mayoría de una u otra forma (con manisfestaciones, ante represiones colectivas, violacion sistemática de los derechos humanos) no quiere el gobierno que tiene. Por eso es una dictadura. Dicho más claro, por ejemplo, una monarquía no tiene forzosamente que ser una dictadura. Y es que hay que protestar al mismo tiempo que se distingue lo que se va a protestar.

José Repiso Moyano dijo...

Yo he condenado y condeno ahora mismo de forma explícita todo lo que injustamente haga o haya hecho Cuba (o sus responsables).