--------------Cuando no se le ayuda a la verdad, la mentira se impone (y sus daños).

viernes, 2 de octubre de 2009

F. G. Lorca es un escritor universal y, además, único, incomparable para la historia de España. Pues bien, ¿consintiría Argentina que los huesos de Borges estuvieran por ahí tirados en barrancos, mezclados con los de los perros?; ¿consintiría Chile que los huesos de Neruda estuvieran... tirados a un basurero?; ¿consintiría Portugal que los huesos de Pessoa estuvieran... en cualquier sitio, sin la más mínima preocupación, atención digna o respeto?; ¿consintiría Irlanda de los huesos de Yeats estuvieran... tirados o perdidos en cualquier pantano?
Entonces, con eso, ¿qué mecanismo de bestias sin apenas seso y de degradación ética ha conseguido que Lorca lo esté aun tanto tiempo?. (Enhorabuena; más no se le puede escupir.)
.
Nota.- Lo último de un honesto es acostumbrarse -en cobardía- a las fáciles justificaciones de otros en equivocaciones, en sinrazones. Donde hay restos de un ser humano, no es que sea sagrado, no, sino ése lugar los hace recordar; pues, si no, las cámaras de gas del exterminio nazi o, aun, toda Hiroshima tendría que ser sagrada. Más claro, cuando la gente busca -en admiración- a un muerto, va "obligatoriamente" al lugar donde están sus restos -o se supone que están-, sea donde sea -aunque fuere en un cenagal-. Ahora bien, el lugar donde a alguien otros -con voluntad- le imponen que estén sus huesos, siempre es decidido -o dictado- por el odio o por la política (pues..., si Lorca hubiera muerto en su viaje a Nueva York y por uno u otro motivo enterrado allí, ya la política española si hubiera movido por traérselo algo más o mucho, ¿a que sí?).

No hay comentarios: