domingo, 20 de octubre de 2019

Si tú quieres a tu hijo, por seguro le darás el máximo PROTAGONISMO en tu vida. Por igual, si tú quieres a la verdad, por seguro y sin trampas-excusas le darás a ella o al que la demuestra (que es obviamente lo mismo) el máximo protagonismo en tu vida. Otra cosa que añadas es mal; porque el bien, se mire como se mire, es VOLUNTAD y ésta da la atención debida sin que ahí hayan excusas ni ninguneos que se lo impidan.
Contra lo que dijeran en sinrazón, Jesucristo hizo el bien con la cabeza bien alta, aunque a él le dijeran que él hacía mal.
Claro, que nunca una sinrazón (el "porque sí", lo establecido como inamovible, lo alineado impidiendo la libertad, cualquier interés de poder que se impone por encima de la razón a través de sobreprotagonismos, de influencias o de manipulaciones) te diga cuál es el camino sin tú oponerte por salvar la ética y tu alma. El camino de la voluntad solo lo debe decir la razón o lo único que impide el mal camino de los errores: solo la razón.
SOLO LA RAZÓN (o quien la hace inengañable-irrebatible-irrefutable-inconfundible) PUEDE DECIR EL CAMINO, ¡nada más!

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