TODO EMPIEZA EN NO CALLAR A LA REALIDAD, en no callar un error (que está en la realidad). Si un político no empieza en eso, pues es un maldito político, lleno de todo menos de política, de decencia o de lo esencial.
Sí, una vez que el político no calla (porque le importa todo lo esencial) pues se mueve por eso, ¡por seguro!
Que no se engañe a nadie, exacto, hay que tener estas cosas muy claras, y siempre. Si tú ves que a una niña la están violando y tú te callas, entonces eso es igual que si tú la violaras; si tú ves una injusticia en la sociedad y tú te callas, es igual eso siempre a que tú la hicieras. CALLAR A LA VERDAD SIEMPRE ES MATAR las posibilidades de cambiar la realidad, es matar a las posibilidades de reparación, ¡es matar al Bien!
Sí, una vez que el político no calla (porque le importa todo lo esencial) pues se mueve por eso, ¡por seguro!
Que no se engañe a nadie, exacto, hay que tener estas cosas muy claras, y siempre. Si tú ves que a una niña la están violando y tú te callas, entonces eso es igual que si tú la violaras; si tú ves una injusticia en la sociedad y tú te callas, es igual eso siempre a que tú la hicieras. CALLAR A LA VERDAD SIEMPRE ES MATAR las posibilidades de cambiar la realidad, es matar a las posibilidades de reparación, ¡es matar al Bien!