Los CONVENCIMIENTOS (que mueven el mundo) y las ALINEACIONES siempre las dominan y las forman las BUENAS INTENCIONES. Sí, ¿qué mínimo poder (de los miles que hay) no difunde sus buenas intenciones como "perfectísimas"?
Así es la verdad, cualquier asociación que simpatice con una dictadura u otra que defienda totalmente un negacionismo de la realidad va a exponer o a "vender" unas buenas intenciones maravillosas, irresistibles, perfectas, irrenunciables, sí, capaces de convencer (sin posible escapatoria) hasta al que está jurando ahora mismo que no lo van a engañar.
Por eso, las buenas intenciones las carga el diablo, y de verdad solo la chocante razón es la que te salva para que no seas un irresponsable o un sinvergüenza cómplice de todos estos errores.
Así es la verdad, cualquier asociación que simpatice con una dictadura u otra que defienda totalmente un negacionismo de la realidad va a exponer o a "vender" unas buenas intenciones maravillosas, irresistibles, perfectas, irrenunciables, sí, capaces de convencer (sin posible escapatoria) hasta al que está jurando ahora mismo que no lo van a engañar.
Por eso, las buenas intenciones las carga el diablo, y de verdad solo la chocante razón es la que te salva para que no seas un irresponsable o un sinvergüenza cómplice de todos estos errores.
1 comentario:
Muchos quieren quedar bien con todos: con el explotador, con el manipulador, con el corrupto, con el que odia al inmigrante, con el taurino, con el ateo, con el cazador, con el fanático de la patria y con todas las mentiras.
Sí, quedar bien con muchos es objetivamente ganar votos, premios, influencias, besitos en el culo, columnas en la prensa, puertas abiertas por todos sitios, y un sin fin de evitar verdades.
Pero ¿qué pasa con el que tiene un deber total con la ética-verdad y lo cumple totalmente por su condición de ser bueno?, ¿qué pasa con él? (ésa es la pregunta del siglo).
Pues que todos, todos, sí, que todos vosotros lo vetáis y lo fusiláis de inmediato, teniendo él que resistir, aguantar, agonizar, enterrar lágrimas, sobreexistir, superar toda una serie de criminalidades y de torturas infinitas solo por lo que le hacéis vosotros o por vuestra cara.
Exacto, eso nada más ha sido el resumen de la historia, que el que se guía por la verdad sin engaños y lucha por solo ella no cuenta jamás ni con agua entre tantos pillos y aprovechados que se mueven por todos los estamentos sociales, por todos los rincones de la sociedad o de Internet.
¡Pero hay esperanza!, ¡claro!, ¡algo me dice que ése «terrorismo monstruoso» terminará!, y ¡menos mal que terminará de una vez o al fin! José Repiso Moyano
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