El que no sabe valorar al que da racionalidad (que supone siempre aclarar correctamente lo que es ética o cualquier bien), ¡ya jamás por seguro valorará algún bien! Desde esta base, en objetividad, irá destruyendo lenta e imperceptiblemente todos los bienes (y objetivamente a la misma vida).
Si tú das sitio en tu vida a un no escuchar al que te da racionalidad, ¡pues ya por seguro estás en manos de muchísimos males (confusión, cacao mental, difundir cacao mental, desorientación, falsos criterios o valores, cinismo, insensatez, etc). Así es.
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