jueves, 19 de febrero de 2015

No se hace el bien  hasta que se deja de amparar cualquier sinrazón; por lo tanto, hay algunos que parecen que hacen el bien, pero no lo hacen limpia o totalmente.
El procedimiento es así:
-  Tú haces un bien (dar cariño, por ej.) y lo enlazas al momento con hacer un mal (inculcas, dando cariño, una intolerancia a un grupo social). Creas otro problema -o mal-.
-  Tú haces un bien (el que te conviene) pero sustituyendo al que debe ser racionalmente el prioritario (sí, con un bien oportunista, que no corre prisa, te limpias las manos del que sí urge hacer sin dejarlo pasar). Haces un bien para tu promoción o a la medida de tu egoísmo.
- Tú haces un bien a uno pero, tal bien, supone un mal a otro (das el halago, la protección y la razón al heterosexual en casarse pero, tal procedimiento, desampara o discrimina al homosexual).

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...


La indignación, como todo, se puede falsear o, con astucia, pasarse algo por indignación cuando no lo es. La indignación demuestra que lo es cuando SU JUSTIFICACIÓN (su naturaleza, su motivo, su procedimiento) está fundado en razón o es plenamente racional. Entonces es una indignación fundada o coherente.

17 octubre de 2014

José Repiso Moyano dijo...

Cuando se hizo la evangelización en América se cometieron al mismo tiempo bastantes atrocidades (se supone que iban a "hacer el bien").


Cuando se ha ido a África a atenuar sufrimientos muchas veces se ha hecho organizando sus modos de familias y de relaciones sociales e imponiéndoles nuevos problemas. Sí, en definitiva, Äfrica es un espejo de los abusos de Europa.

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