jueves, 27 de marzo de 2014

No es que la razón se tenga, sino se esquiva -por otra cosa de rentable, egoísta y cómoda sinrazón-; no es que el bien no esté, sino se esquiva; no es que la luz no exista, sino se esquiva.
Sí, se esquiva y, así, no la proteges, no la cuidas, no la permites; porque sigues con lo mismo, con la hipocresía o la intención ego-incoherente de verlo todo cambiado -las injusticias, el mundo, el Universo, etc.-, pero nada cambias de ti, en los hábitos de lo mismo.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Por dinero esquivas mucho bien todos los días, por ego esquivas reconocer muchas injusticias, por dejarte llevar por aficiones y tonterías fusilas muchas dignidades y verdades cada instante de tu vida.

José Repiso Moyano dijo...

¿Qué valoras más la astuta palabrería o el esfuerzo del demostrar?, la pelotería o el estupidismo de Twitter o la ejemplaridad en la honradez?

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