jueves, 23 de enero de 2014

Mientras exista la realidad, existirá la verdad. Si la realidad no necesita que la busques, la verdad tampoco. Pero, la realidad, sí se puede negar en desequilibrio; y lo único que nunca la niega es la verdad. Así es, tu máximo conocimiento de lo real es confirmado por tu mínimo negar lo real.
El único peligro consiste en dejarte llevar por los negadores y por los cegadores -interesados o manipuladores o fanáticos-.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Nunca el bien se protege con las mentiras.

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