Para que se defienda la verdad, primero se debe saber siempre cuál es la verdad, pero sabiéndola por un camino seguro o que infaliblemente conduzca a la verdad.
Claro, puesto que la verdad es... lo que no te pueden engañar o confundir, y eso es exclusivamente solo la razón (o, bien, lo que es lo mismo: quien la demuestra, ya que no se da sola ni nunca se demuestra ni se descubre sola).
Y eso evidencia que, siempre antes de decir que se hace un bien, se ha de valorar sí o sí al que aclara u objetiviza la razón. No, ¡no hay otro camino! Pero la mayoría sigue valorando únicamente al engaño en sinrazón.
Claro, puesto que la verdad es... lo que no te pueden engañar o confundir, y eso es exclusivamente solo la razón (o, bien, lo que es lo mismo: quien la demuestra, ya que no se da sola ni nunca se demuestra ni se descubre sola).
Y eso evidencia que, siempre antes de decir que se hace un bien, se ha de valorar sí o sí al que aclara u objetiviza la razón. No, ¡no hay otro camino! Pero la mayoría sigue valorando únicamente al engaño en sinrazón.
El BIEN, la RAZÓN correcta, el VER LA REALIDAD y el no error
siempre tienen que ver
con un ESTAR PENDIENTE de lo natural (Naturaleza) y de lo que es inengañable o no manipulable (o sea, del siempre ayudar a ése que demuestra-aclara la razón misma).
Eso es obvio e infalible, si quieres luz, ¡tú no puedes estar pendiente de la sombra! (o de ver a tus pillodeseos traídos del Limbo).
Los animales, en cambio, absolutamente siempre están pendientes de la Naturaleza, por eso, ven con infinita perfección a la realidad.
Eso es obvio e infalible, si quieres luz, ¡tú no puedes estar pendiente de la sombra! (o de ver a tus pillodeseos traídos del Limbo).
Los animales, en cambio, absolutamente siempre están pendientes de la Naturaleza, por eso, ven con infinita perfección a la realidad.