La acción del bien es el no permitir la acción del mal (racionalmente siempre), la acción de la vida es objetivamente el no permitir la acción de la muerte (es biológica y racionalmente la única misión) y la acción de la luz es el no permitir la acción de la sombra.
Entonces, cierto, el bien "está condenado" a confrontarse con el mal, la vida inevitablemente luchará contra la muerte y la luz no podrá respetar ni un segundo a la sombra (por la cuenta que le trae). Eso es, y el confrontarse jamás es dar piropos ni jamás es respetar, ¡a ver si se quitan mentiras de la cabeza esos confundidores de todo!
Entonces, cierto, el bien "está condenado" a confrontarse con el mal, la vida inevitablemente luchará contra la muerte y la luz no podrá respetar ni un segundo a la sombra (por la cuenta que le trae). Eso es, y el confrontarse jamás es dar piropos ni jamás es respetar, ¡a ver si se quitan mentiras de la cabeza esos confundidores de todo!
1 comentario:
Para que no gane el engaño más, para honrar a lo limpio, de una vez por todas hay que poner en claro que el bien es siempre insultar al mal, sí o sí, o sea, confrontarse a él. Y como es bien, todo ya le es válido sin reprimirse a limitar su confrontación (lo que sería un matarse, un impedirse a sí mismo) por las tonterías de unos o por las confusiones y retóricas de ególatras-falsantes.
Claro, la racionalidad o razón es la que prueba o demuestra si un bien lo es o no, como también demuestra si la Tierra es plana o redonda. O sea, demuestra la REALIDAD DEL BIEN, su sentido real (y no falsante o de "porque sí" imaginado o impuesto de alguien)
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Un bien si no tiene sentido real o demostrado
es un bien que tú te has inventado
en una borrachera o en un ataque de mesianismo.
27 de julio de 2016
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