Mientras suceden las injusticias, atrocidades o indignidades tú solo puedes HABLAR o ACTUAR; porque, si no, realmente NO HACES NADA CONTRA LA INJUSTIC IA.
Por igual, mientras suceden las sinrazones (las injusticias, las involuciones, el desaprovechamiento de los recursos, la negación de las mejores soluciones, la ofuscación o terquedad ante el error, etc.) tú solo puedes consentirlas o proteger la razón (o prepararte a través de la razón, sí, porque ya vas protegiendo al que la demuestra).
Un intelectual puede hacer eso o... hacer una creación de rollos, de preparados ego-mentales o de mentiras que hace artísticas (colocándolas en sociedad seduciendo, peloteando o engañando)y hacerse famoso o rico
Por igual, mientras suceden las sinrazones (las injusticias, las involuciones, el desaprovechamiento de los recursos, la negación de las mejores soluciones, la ofuscación o terquedad ante el error, etc.) tú solo puedes consentirlas o proteger la razón (o prepararte a través de la razón, sí, porque ya vas protegiendo al que la demuestra).
Un intelectual puede hacer eso o... hacer una creación de rollos, de preparados ego-mentales o de mentiras que hace artísticas (colocándolas en sociedad seduciendo, peloteando o engañando)y hacerse famoso o rico
2 comentarios:
Existe una absoluta responsabilidad en la aceptación de la mentira-sinrazón; sí, porque si tú la aceptas o la consientes, entonces la ayudas y la promueves.
La aceptas por:
- Egoísmo, ya que te sirve jugando con un provecho de los demás para llevar a cabo SOLO TUS objetivos.
- Alineación o corporación, a la que defiendes sus intereses a toda costa (ahí tienes una rentabilidad de esclavo, sí, esclavizando tu voluntad-conciencia), porque se fortalezca como poder que presionará y coercerá en la sociedad.
- Dejadez, despreocupación, indiferencia o "inanición ética"; en donde, por cobardía o sin apreciar el bien, anulas tu misma responsabilidad. Por desprotección y anulación, matas al bien (pues el bien es un cuido de... la ética-razón)
12 de abril de 2014
El bien en la sociedad es una obligación (lo mismo que para la conducción de autos es el saber conducirlos) que remite al imperativo o necesidad natural -la que rige en la naturaleza-, y no una distorsión o desequilibrio que solo mueven los intereses de poder (intelectual, económico, político, religioso, etc.).
No es que deban existir más bienes que males y celebrarlo a la euforia loca así en conformismo contemplativamente -para ir justificando cualquier hecho-, sino la máxima reducción de los males-sinrazones o la reducción máxima y, si es posible, todos.
11 de abril de 2014
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