La verdad es verdad y no puede falsearse con tantos trucos que utilizan los mismos "intelectuales"; o sea, no se puede pretender el utilizar verdad para mentir o para dirigirte hacia la mentira porque, eso que conduce a la mentira o ampara alguna mentira, jamás puede ser verdad
Pues algo así quieren muchos españoles: utilizar a la verdad y mearse en la verdad para no sé qué retorcimientos de objetivo error que tienen en las cabezas. Así es, no pueden seguir en que la Tierra es plana como siguen al sostener hipócritamente eso de que "no se puede perder el respeto" porque, si no se le pierde el respeto a una injusticia, esa injusticia seguirá eternamente, con toda la verdad por delante, sí, algo tan claro como la misma madre de la claridad. En efecto, la civilización todo se lo debe a eso, y consiste en que se le pierde el respeto a algo inamovible porque se mueva de una vez.
Lo que pasa es que los españoles quieren A LA FUERZA que algo sea lo que ellos quieren -algo comprobado desde que nací- y, porque eso sea así, pisotean, desangran, burlan, encadenan, escupen y fusilan a la verdad diciendo luego, con la mayor antiética, que la respetan y... que la dicen.
Pero la verdad no va en función de las mayorías, de la capacidad de imponer, de los trucos, de los circos, de los países más fuertes o más explotadores, de los falsantes escritores -aprovechados del imponer-, de las costumbres o de los cabezones mediáticos, ¡no!, sino de no ser al fin tan HdP como ellos.
Y la verdad no tiene por qué arrodillarse a sus puras mierdas por muy poderosas que las impongan, ¡basta ya!
Pues algo así quieren muchos españoles: utilizar a la verdad y mearse en la verdad para no sé qué retorcimientos de objetivo error que tienen en las cabezas. Así es, no pueden seguir en que la Tierra es plana como siguen al sostener hipócritamente eso de que "no se puede perder el respeto" porque, si no se le pierde el respeto a una injusticia, esa injusticia seguirá eternamente, con toda la verdad por delante, sí, algo tan claro como la misma madre de la claridad. En efecto, la civilización todo se lo debe a eso, y consiste en que se le pierde el respeto a algo inamovible porque se mueva de una vez.
Lo que pasa es que los españoles quieren A LA FUERZA que algo sea lo que ellos quieren -algo comprobado desde que nací- y, porque eso sea así, pisotean, desangran, burlan, encadenan, escupen y fusilan a la verdad diciendo luego, con la mayor antiética, que la respetan y... que la dicen.
Pero la verdad no va en función de las mayorías, de la capacidad de imponer, de los trucos, de los circos, de los países más fuertes o más explotadores, de los falsantes escritores -aprovechados del imponer-, de las costumbres o de los cabezones mediáticos, ¡no!, sino de no ser al fin tan HdP como ellos.
Y la verdad no tiene por qué arrodillarse a sus puras mierdas por muy poderosas que las impongan, ¡basta ya!