A mí España -el único país que pisotea sistemáticamente todos los derechos humanos- no me ha dado nada desde el primer segundo que nací; y, además de eso, NUNCA me ha permitido nada, ni realizar algo de vida, ni vivir un segundo digno, ni nada. Juro que absolutamente todos mis derechos humanos me los han exterminado cada segundo de mi vida, sin quitar ni uno, todos los segundos. China ni Corea del Norte no pisan tanto los derechos humanos, sino ellos. No, nunca la crueldad máxima la aplica un genocida -que siempre a bien paga su crueldad-, sino ellos -a los cuales se les premia su crueldad encima, que significa la burla o el exterminio del bien mismo-. Pues he comprobado, desde que nací, que nunca jamás han aplicado un átomo de justicia, ni de ética ni de personas -de verdad personas-con un mínimo de corazón.
No puedes ser cómplice de que te exterminen la dignidad y además que lo oficialicen o lo normalicen (algo solo de nazis)
A mí jamás un ultranazi español tiene que exigirme nada; pues jamás he tenido un derecho por ellos, ni un segundo de vivir, ni un segundo de que me permitan algo ni un segundo de lo que es humano. Así que ellos mismos se vendan, entre ellos, sus mentiras macabras y que el diablo de una vez por todas sepa lo que hacer con este tipo de objetivos ultranazis, que han superado la maldad del mismo diablo (o de una crueldad infinitamente superior a la de Hitler).
Así es. Objetivamente, durante toda la historia, absolutamente todos los seres humanos han tenido dignidad -la que sea, por ejemplo: los judíos antes de ser perseguidos recibieron irrebatiblemente dignidad, amparo, alguna protección, derechos, un respirar al menos, etc.- de su país; pues bien, en mí ha sido ni un segundo sin nada, sin derechos ni dignidad ni nada, una crueldad que no se ha aplicado en todo el universo ¡nunca!, o sea, el infinito exterminio, el nazismo infinito.
1 comentario:
A mí jamás un ultranazi español tiene que exigirme nada; pues jamás he tenido un derecho por ellos, ni un segundo de vivir, ni un segundo de que me permitan algo ni un segundo de lo que es humano. Así que ellos mismos se vendan, entre ellos, sus mentiras macabras y que el diablo de una vez por todas sepa lo que hacer con este tipo de objetivos ultranazis, que han superado la maldad del mismo diablo (o de una crueldad infinitamente superior a la de Hitler).
Así es. Objetivamente, durante toda la historia, absolutamente todos los seres humanos han tenido dignidad -la que sea, por ejemplo: los judíos antes de ser perseguidos recibieron irrebatiblemente dignidad, amparo, alguna protección, derechos, un respirar al menos, etc.- de su país; pues bien, en mí ha sido ni un segundo sin nada, sin derechos ni dignidad ni nada, una crueldad que no se ha aplicado en todo el universo ¡nunca!, o sea, el infinito exterminio, el nazismo infinito.
Publicar un comentario