sábado, 7 de junio de 2014

Algunos deciden y dictan que la dignidad es de ellos;  y ¡ya está!, ¡ya no se puede hacer nada!  Por uno u otro motivo -en sobreprotección- la dignidad es de ellos solo, Dios es de ellos y la familia es de ellos. O sea, ya han agarrado los frutos o subsistencia de otros o les han ido matando así.
Como la dignidad forzosamente -o como prioridad- es de ellos; ya ¿para qué se necesita matar?

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Jamás un escritor español de los actuales ha dado nada a Miguel Hernández,
jamás un escritor español ha dado nada -solo culebrón seudoliterario o antiliterario o mierda total o daño- a Antonio Machado, etc.
En definitiva nada a aquellos que yo he admirado y he comprobado que tenían corazón.
¡Eso es lo que tienen que meterse en sus genocidas mentes de asesinos escritores españoles!, o pegarse al fin cien tiros por minuto para que dejen ya de destruir.

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