lunes, 3 de febrero de 2014

Los animales, si pudieran insultar, insultarían con dignidad ética y santamente:
Los que son torturados -por dignidad- necesitan insultar, los torturadores no -y aun exigen pillamente que no se insulte-. Los engañados necesitan insultar, los engañadores no. Los esquilmados necesitan insultar, los especuladores cómoda y protegidamente no.

2 comentarios:

José Repiso Moyano dijo...

Los que mandan no, los que controlan no, los mediáticos a todo camino regalado y protegido no, los que dictan no, los que cuentan con sicarios o con portadas de diarios a todo desprecio a la inteligencia no, los que utilizan tantas influencias no, los que saben cómo discriminar o anular o matar con órdenes no.

José Repiso Moyano dijo...

En definitiva, el perro que ya ha mordido no necesita ya ladrar.
Con el mordisco ya ha comido, ya ha controlado, ya ha hecho -de hecho- real la humillación, y ya se ha visto la sangre realmente del otro correr.

¿Para qué necesita ya ladrar?, con las molestias que requiere eso!

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