viernes, 3 de enero de 2014

Todas las sinrazones interesan o todas dan buenos beneficios a partir de la desigualdad y de la indignidad (pues de la igualdad o del reconocer la razón no son posibles rentabilidades individuales o grupistas); por lo tanto, van a seguir apoyándolas, por tal negocio implacable a justificaciones de todo, a almas vendidas y, los escrúpulos, a cotorreos, les resbalan.
Y lo imponen todo, ¡eso precisamente no se les olvida nunca!

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

¿Quién ayuda a un pobre humilde que trabaja para la verdad?, ¿qué lobby trabaja para él?

¡Nada!

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