miércoles, 25 de diciembre de 2013

La crueldad todos la elaboran (basta de inocentismos), unos con perversos consentimientos, otros ciegamente valorando las mentiras y otros lamiéndo más los pies al poder -o a su alineación- sin condiciones. Siempre reconocen a conveniencias, a juego sucio.
Y al que juega limpio, solo construyendo, le pisotean hasta el alma.
Bastantes quieren erradicar las sinrazones sin tener en cuenta a la razón vaya paradoja!-; o a los que la demuestran o siempre se desviven por ella (así es, son objetivamente malnacidos destructores, pero utilizan poder para ponerse de santos, ¡ésa es la máxima crueldad!).

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Durante miles de años dicen las mismas tonterías y estupideces: "Con el amor salvamos al mundo", etc.

Pero no se enteran, no, ¡cada uno -hasta el último- se cree que tiene amor y que el suyo es el más perfecto!, y ¡todos se creen con un convencimiento total que aplican amor!

Son subjetividades, con las cuales siempre se manipula y no se arregla nada.

Pero, al que construye de verdad, lo pisotean una vez, y otra vez y toda su vida.

Publicar un comentario